El pasado miércoles día de ayer, miércoles 25 de abril, la directora de la "Biblioteca Nacional de Guatemala Luis Cardoza y Aregón", Ilonka Matute, autorizó en nombre de su fallecido padre, Mario Matute, la adaptación y conversión de las obras literarias de éste para enriquecer el fondo bibliográfico accesible de la Unidad de Servicios para Personas con Discapacidad (USEPEDI)de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU).
Es la primera vez que un escritor extranjero, en este caso a través de su familia, nos permite poner a disposición de nuestros usuarios con dificultad de acceso a la lectura convencional, obras escritas por autores de otro país.
La maestra Ilonka Matute, directora de la Biblioteca Nacional de Guatemala, narra que su padre, Mario Matute, se quedó ciego siendo muy pequeño y que, durante toda su vida luchó por los derechos de las personas ciegas.
Entre las obras escritas por este autor ciego se encuentran las novelas "Los alcatraces" y "Palos de ciego"; narrativa breve: "Cuentos de carreta" y "El Nahual y otras sombras"; asimismo poesía: "Sueños cóncavos" y "Ciudad ausente". Además un importante ensayo titulado: "El problema psicosocial de la ceguera en Guatemala".
Se recuerda que la Unidad de Servicios para Personas con Discapacidad (USEPEDI)es la División de Atención a Personas con Discapacidad del Departamento de Servicios al Público. Ofrece, entre otros servicios, la adaptación y conversión de recursos de información impresos en tinta a formatos accesibles (digital accesible y audio).
Asimismo, asesoría en el área de la inclusión de ciudadanos con discapacidad a las actividades de la vida cotidiana con el menor grado posible de discriminación. Incide también en temas tan importantes como: las propuestas acerca de las personas con discapacidad que se presentaron a la Mesa Redactora de la Constitución 2010, las cuales se tradujeron en los artículos 39, 58 y del 60 al 65 enfatizando los artículos 63 (Derecho a la educación) y 64 (Derecho a la cultura).
En la actualidad da seguimiento al periplo del Tratado de Marrakech para facilitar a las personas con dificultad de acceso a la lectura convencional (entre ellos ciegos, personas con dislexia profunda u otros impedimentos) que se adapten esos recursos a formatos accesibles para que todos y todas puedan disponer de los mismos cuando los necesiten.