Le atribuye al gobernante y a su facción en el PLD del bloqueo de la Ley de Partido y la Ley Electoral
El diputado de Alianza País, Fidelio Despradel, responsabilizó al presidente Danilo Medina y a su facción dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de obstaculizar el proceso de aprobación de la Ley de Partidos y la Ley de Régimen Electoral con sus intentos de imponer reformas antidemocráticas a todos los actores del sistema político dominicano.
Al pronunciar un discurso de rechazo al proyecto de Ley de Partidos aprobado en el Senado, Despradel aseguró que “el mamotreto” fue propiciado conscientemente por la facción del presidente Medina y sus socios a sabiendas de que no sería aprobado en la actual legislatura, frustrando de este modo el sueño ciudadano de contar con instrumentos legales que garanticen la celebración de unas elecciones como manda la Constitución de la República”.
Para el diputado de Alianza País la no ha aprobación de la Ley de Partidos y la falta de un nuevo marco regulatorio general abre las puertas de una posible crisis política en el 2020.
“Un país que durante décadas ha visto cómo las elecciones son convertidas por los grupos en el poder en fraudes descomunales, desorden y arbitrariedades de todo tipo, merecía otro trato, de parte de los poderes del Estado, empezando por el propio Presidente de la República. Por el contrario, el Gobierno, utilizando todo tipo de subterfugio y engaño, ha concentrado el debate tan solo en la cuestión de si primarias abiertas o cerradas, evitando que los aspectos fundamentales sean conocidos por la ciudadanía”, declaró el legislador.
Fidelio Despradel recordó que durante décadas las elecciones en República Dominicana se han caracterizado por escandalosos fraudes, por el desorden, por la falta de institucionalidad y la ausencia de un aparato de justicia que haga recaer el peso de la ley sobre los grandes responsables, se encuentren donde se encuentren. Aseguró que, en ese sentido, el proyecto de Ley de Partidos enviado por el Senado no resiste el más mínimo examen, debido a su deliberado retraso y a los vicios de inconstitucionalidad, a las omisiones y cuestiones ajenas a una auténtica democracia electoral.