Desde hace mucho tiempo vengo afirmando que tanto el presidente Danilo Medina como el ex-presidente Leonel Fernández, son dos líderes políticos con una gran nivel como estadistas y con una gran sentido de la historia. Ambos siempre han sabido poner sus intereses particulares por debajo de los intereses de la nación y del proyecto político-partidario que les sirve de soporte.
Esta semana, nuevamente, Danilo y Leonel demostraron estar transitando la ruta correcta de la unidad y la concertación. Cuando muchos pensaban que no había ninguna posibilidad de conciliación de sus posiciones ante la Ley de Partidos Políticos y la forma de las primarias internas, el país fue gratamente sorprendido con una carta enviada por el presidente Medina a las cámaras legislativas donde propone que se forme una comisión bilateral de senadores y diputados “que busque una solución de consenso a la situación”.
Mostrando un gran espíritu de conciliación, el presidente Medina dice en su carta que existe un gran riesgo de que el país se quede sin la Ley de Partidos Políticos, pero a seguidas afirma que “esta no puede ser una opción aceptable para nosotros, ya que tenemos una gran responsabilidad como representantes legítimos del pueblo de dar respuesta a la demanda de amplios sectores de la sociedad de que aprobemos una ley sobre partidos, agrupaciones y movimientos políticos, que sirva de soporte a su fortalecimiento institucional, su democracia interna y su transparencia, de acuerdo con los mandatos de la Constitución”.
Y sólo una horas después de que Danilo llamara a buscar una salida de consenso, Leonel habló a la nación dominicana mostrando su “complacencia con la propuesta del presidente Medina, para que se abra un espacio de diálogo a los fines de llegar a un consenso que asegure la aprobación de la ley de partidos.” Las expresiones de uno y de otro, de Danilo y de Leonel, parecen ser parte de una previa conversación y de un previo acuerdo entre ellos, pues una se complementa de forma precisa con la otra y abren un posible y necesario camino de la unidad interna del PLD y, por vía de consecuencia, del liderazgo político nacional.
Danilo y Leonel abogan por una salida pactada, de consenso, negociada, para que la Ley de Partidos Políticos sea aprobada. Y un pacto implica que cada una de las partes deben ceder en algo para obtener un beneficio y encontrar una solución factible. En ese orden, existen varias opciones que podrían concretar esa solución de consenso.
La primera posible salida es la aprobación inmediata de la Ley de Partidos Políticos sin el tema de las primarias, y que ese tema sea llevado a un Referendo Aprobatorio para que sea el pueblo quien defina la forma de dichas primarias. La segunda opción es aprobar la ley con las primarias simultáneas y cerradas, pero con el padrón y la supervisión directa de la Junta Central Electoral. Y la tercera opción es aprobar las primarias simultáneas y abiertas, pero que su implementación sea a partir de las elecciones del 2024.
Sin importar cual sea la solución que se encuentre, lo esencial es que Danilo y Leonel, los dos líderes principales del PLD y de la nación, han decidido caminar juntos el sendero de la concertación y de la unidad. Se han colocado en la posición justa y correcta que exige el momento histórico que vivimos. Han demostrado nuevamente que sus intereses personales están por debajo de los intereses generales de la nación. Y muestran su convencimiento de que, tal y como dijo Jesús en Lucas 11:17, “Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y una casa dividida contra sí misma se derrumbará.”