Primero el presidente Danilo Medina convoca a una reunión en el Palacio Nacional a todos los aspirantes a la presidencia que forman parte de su corriente; poco después, como un racimo, cada uno va anunciando sus aspiraciones.
Algunos dicen que se trata de una bola de ensayo para entretener a los incautos; otros afirman que antes la imposibilidad de una reelección el presidente está obligado a buscar un candidato que sea de su confianza para irse del Palacio Nacional en paz, convencido de que no será tocado ni por los vientos cálidos del otoño.
Francisco Domínguez Brito, Reinaldo Pared Pérez (Pechito), Amarente Baret y otros que de seguro anunciaran sus aspiraciones presidenciales, no creo que lleguen lejos. (Pienso que Francisco Javier García no lo hará hasta tanto no se aclare el panorama político. Demasiado astuto como para anticiparse a los hechos)
Improvisar o crear un candidato y sacarlo como un mago saca un ramo de flores de la nada, no es tan fácil como comerse una golosina. Si bien es cierto el Estado es un factor, no menos cierto es que se necesita tener condiciones que hasta el momento no le veo a ninguno de los que hasta el momento se han “lanzado” –y no del puente- en busca de la nominación por el PLD.
Los que aparecen con un puntaje mayor en las encuestas son Gonzalo Castillo y Andrés Navarro, más por el trabajo que en sus respectivos ministerios, que por su labor política. Eso explica también su baja tasa de rechazo. Pero ninguno de los dos parece tener esas aspiraciones. Por lo menos en estos momentos.
El “uno para todos y todos contra Leonel”, no creo que tenga éxito, por lo menos a lo interno del partido. Como veo las cosas el único que pudiera enfrentar y derrotar, por todo el poder acumulado en el Congreso, el Comité Político y el Central, donde tiene mayoría, es Danilo, pero está impedido por la Constitución. (Tiene una camisa de fuerza legal)
Algunos analistas sostienen, sin embargo, que el presidente Medina puede, con todo ese poder, decidir quién será el candidato, por eso la insistencia en las primarias abiertas. Perdónenme, pero hasta que la ley de partidos no sea aprobada y promulgada, no creeré que Danilo haya tirado la toalla permitiendo que las primarias sean cerradas o abiertas como ahora dice Leonel, sin hacer nada.
Si contra viento y marea el ex presidente Fernández resultara candidato, no creo que reciba el respaldo económico y político, que él, obligado por las circunstancias, le ofreció a Danilo en momentos en que estaba muy por debajo de Hipólito Mejía en las encuestas. En este caso favor con favor no se paga. Danilo y su gente no correrán el riesgo de la venganza. Un posible “pacto entre caballeros” de no agresión también, es difícil por el peligro. No olvidemos que el presupuesto nacional es el primer líder del PLD. Y Danilo lo sabe tanto como Leonel.
Hasta el momento los candidatos de Danilo no sacan ni “una gata a mear”. La tasa de rechazo de Pechito, por ejemplo, es muy alta; la de Amarente Baret, igual. Domínguez Brito está en desventaja. No tiene dinero para costear una campaña. Sus principios éticos y morales en un partido corrompido como el PLD, no le serán de mucha ayuda. Lamentablemente.
Los candidatos de Danilo que se han lanzado hasta el momento no le ganan a Leonel a menos que el Estado lo venza con dinero y fraudes, algo común en un partido donde nadie parece jugar limpio.