(De mi puño y tekla) Nadie promueve ni financia un referéndum si no es para ganarlo. Afirmación que encaja perfectamente con el organizado la pasada semana por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, menos en el capítulo pecuniario por entender que todo el esfuerzo publicitario en redes sociales habrá corrido a cargo de los fondos del partido.
Sin el menor atisbo de duda, existe cierta incoherencia entre el discurso socio-político del líder podemita y la cuestionada adquisición de un chalé en Galapagar (Madrid) valorado en algo más de 600.000 euros, todo ello suponiendo que no aparezca otro pago adicional “en negro” como se rumorea.
Al margen de la citada compra, cabría cuestionarse también hasta que punto resulta apropiado el someter a la militancia a un referéndum sobre lo acertado o desacertado de un acto mercantil privada y personal, decisión para la que no precisan la aquiescencia de votantes ni simpatizantes, a no ser que la intención del plebiscito consista en acallar la ingente cantidad de voces de protesta, y no solo de las bases del partido sino de la ciudadanía en general.
Pablo e Irene interpretan que con el resultado del mencionado referéndum, entre otras razones, quedan liberados de tener que presentar la dimisión aunque con el prestigio muy debilitado. Recordemos que hace 15 meses, en el Congreso de Vistalegre-II, en lucha contra Errejón, Iglesias obtuvo un 89,09% de los votos para ser elegido líder de Podemos, que comparándolo con la última votación ha supuesto 20 puntos de derrumbe.
Otro aspecto a considerar a favor del “si” a Iglesias, ha sido la movilización total de todo el aparato, algo que sucede raras veces y apoyándose en los cuadros del partido y aspirantes a ocupar futuros cargos en la formación.
Cuestión aparte y de la que hasta el momento ningún medio se ha ocupado, mofas y befas al margen, será el cambio radical que supondrá a nivel económico el pasar de vivir en los 60 metros del el pisín de Vallecas a los 250 del casoplón de la Navata, con los consiguientes gastos que conlleva en concepto de mantenimiento, comunidad, servicio doméstico, jardinero, piscina, casa de invitados y un largo etcétera, sin entrar en el desembolso que supondrá el amueblar y decorar con el gusto y la categoría requeridos del nuevo hogar. Obviamente y más adelante habrá que incorporar a una niñera bilingüe para que los mellizos aprendan idiomas desde su más tierna infancia.
Retornado al tema plebiscitario, lo suyo sería preguntarse si puede ser considerada como válida una votación sin ningún tipo de control externo. ¿Cómo es posible que el secretario de Organización adelantase los resultados de la consulta a las bases? Echenique y Monedero tardaron escasos minutos en pasar página sobre la “consulta del chalé”, actuación que ha indignado a un colectivo importante de Podemos y del sector anticapitalista. El citado Echenique, entre otras lindezas, se permitió la inoportuna licencia de calificar los datos como históricos ¡¡más ridículo imposible!! No parece lógico tampoco que la elección se decida entre una masa de menos de 200.000 personas en un partido con más de 5 millones de votos.
Esperemos que al menos alguien nos explique quien ha vigilado a los vigilantes en la consulta de marras y posterior recuento que al final ha supuesto la mejor solución para Pablo e Irene…¡¡Tiempo al tiempo y fin de la desafortunada pantomima!!