Washington, 15 jun (PL) La jueza Amy Berman ordenó hoy prisión preventiva para Paul Manafort, el exjefe de campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario se apresuró a calificar esa decisión de "injusta".
El excolaborador del gobernante, quien enfrenta varios cargos como conspiración, lavado de dinero y evasión de impuestos, compareció este viernes ante un tribunal después de que el fiscal especial Robert Mueller pidiera revocar las condiciones de su libertad provisional debido a su presunta manipulación de testigos.
Mueller indicó el pasado 8 de junio que del 23 de febrero a abril pasado el imputado trató intencionadamente de persuadir 'de forma corrupta' a dos personas con el fin de influenciar, retrasar o evitar testimonios oficiales ante el tribunal federal del Circuito del Distrito de Columbia.
Estos testigos debían abordar los trabajos que Manafort y un colaborador suyo, el ruso Konstantin Kilimnik, realizaron en representación de un partido político ucraniano antes de que el exjefe de campaña pasara a formar parte del equipo del republicano.
Su participación en esas actividades es la que ha llevado al extitular de campaña a enfrentar los diversos cargos presentados en su contra, de todos los cuales se ha declarado inocente.
Las imputaciones incluyen no registrarse como agente extranjero por su trabajo en nombre del Gobierno ucraniano, y los fiscales presentaron esta semana dos memorandos según los cuales Manafort orquestó los esfuerzos para presionar a legisladores estadounidenses a favor de ese país.
Este viernes, los fiscales argumentaron que el acusado podría continuar participando en presunta actividad delictiva si no era encarcelado, y la magistrada Berman comunicó a Manafort que había abusado de la confianza depositada en él.
'Vaya, qué sentencia tan dura para Paul Manafort, quien ha representado a Ronald Reagan, Bob Dole y muchas otras personas y campañas políticas', escribió Trump en su cuenta de Twitter sobre la decisión de la magistrada.
'No sabía que Manafort era el jefe de la mafia', indicó con sarcasmo el gobernante republicano, quien dijo que lo sucedido era 'muy injusto'.
El extitular de campaña permanecía en régimen de arresto domiciliario desde que se entregó al Buró Federal de Investigaciones en octubre pasado, pero ahora tendrá que esperar en prisión hasta la fecha de su juicio en la corte federal de Washington DC, uno de los dos que tiene pendientes.