¿Cuándo podremos controlar la corrupción en el mundo y particularmente en Latinoamérica?
Pero lo más importante es a partir de cuándo se aplicarán medidas y controles severos para detener esta epidemia La lucha contra la corrupción es una temática enfocada fuertemente por organismos internacionales y supranacionales.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que cada año los corruptos se roban unos USD 2,6 billones de dólares, suma que equivale a más del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Adicionalmente se paga USD 1 billón en sobornos.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dice que en los países en desarrollo “se pierde una cantidad de dinero diez veces mayor que la dedicada a la asistencia oficial para el desarrollo”, por este mismo delito.
Es por esto que la ONU conmemora cada 9 de diciembre el Día Internacional Contra la Corrupción, para alertar sobre sus consecuencias y aunar esfuerzos orientados a hacerle frente a esta infracción, que detiene el desarrollo económico y social de las comunidades.
La elaboración de una agenda orientada a enfrentar la corrupción gubernamental en el mundo y particularmente en América Latina, tiene que partir de decisiones conjuntas de las estructuras jurídicas nacionales conjuntamente con los organismos internacionales.
Cada Estado es soberano de sus decisiones políticas internas pero está claro que por igual tiene que respetar los acuerdos y tratados internacionales que norman la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
El gobierno del presidente Donald Trump parece dispuesto a enfrentar la corrupción en la región, pero todavía hay que esperar resultados tangibles.
La Corrupción, ¿monstruo de siete cabezas?
Es un monstruo que devora la administración pública en los países latinoamericanos, que desvía millones de recursos económicos que podrían ser destinados a construir hospitales, escuelas, centros comunales y culturales, instalaciones deportivas, proyectos agrícolas y obras viales.
El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras en la región de Centroamérica, las protestas contra el robo del erario público han logrado concitar el apoyo popular.
Los ex presidentes salvadoreños Antonio Saca y Mauricio Funes tienen procesos pendientes en la justicia acusados de corrupción. A ellos, se agrega el caso del fenecido ex presidentes Francisco Flores, quien fue acusado de apoderarse de millones de dólares de donación cedido por el gobierno de Taiwán para damnificados de una terremoto.
Otto Pérez Molina, ex presidente de Guatemala tuvo que renunciar ante las protestas de la población guatemalteca que exigía su dimisión. Actualmente, guarda prisión condenado por actos dolosos en su gobierno al igual que su ex vicepresidenta Roxana Baldetti.
En Nicaragua más de 200 muertos por protestas convocadas por estudiantes y grupos organizados que piden la renuncia del presidente Daniel Ortega, acusado de enriquecimiento ilícito.
También en Honduras los movimientos sociales siguen denunciando el fraude electoral de noviembre del pasado año, que favoreció a Juan Orlando Hernández. Paros laborales y enfrentamientos entre fuerzas policiales y manifestantes han provocado decenas de muertos y heridos.
En la República Dominicana el Movimiento Marcha Verde mantiene una vigilia frente al edificio de la Procuraduría demandando que se aplique justicia a todos los que recibieron sobornos de la mega corrupción de Odebrecht así como en el robo de los fondos públicos.
El 33% de los dominicanos considera la corrupción principal problema del país y un 55 por ciento desaprueba gestión gubernamental actual, según encuesta de la firma Asisa hecha en mayo pasado.
Y nuevamente se debate la riqueza acumulada por el senador peledeista de San Juan de la Maguana, Félix Bautista, de quien se dice tiene más de tres mil millones de pesos sólo en inmuebles.
Fiesta del Fútbol
Afortunadamente durante un mes tendremos la celebración de la Copa Mundial de Fútbol, que se efectúa en Rusia.
Es una fiesta deportiva que alegra, divierte y lleva esparcimiento a la colectividad mundial permitiendo salir de la rutina y descansar de las noticias negativas.
El mundo y particularmente América Latina están sumergidos en una aguda crisis social, donde la corrupción y el debilitamiento de los estamentos jurídicos sobresalen.
El cáncer de la corrupción administrativa sigue gravitando severamente contra los ciudadanos indefensos y trabajadores honestos de la sociedad, a tal punto de que el propio sistema “democrático” podría colapsar en Latinoamérica de seguir ese derrotero.
Si no hay correctivos las instituciones estarían camino a la desaparición y los ejemplos recientes de Nicaragua, Venezuela, El Salvador, Ecuador, Panamá, Brasil, México, Honduras, Perú y la propia República Dominicana apuntan hacia una agudización de los graves problemas sociales en la región.
Los pobres solo tienen un aliado incondicional que les brinda aliento, amor y esperanza de alcanzar una vida mejor aunque sea en el más allá. Jesucristo, es la tabla de salvación espiritual que ha evitado mayores desgracias a la humanidad.
Estado Mafioso
Desde las máximas instancias del poder se han estructurado mafia de funcionarios que siguen cargando con los recursos públicos de manera grosera.
El sistema democrático visiblemente desacreditado por causa de malos ejemplos que involucran precisamente a muchos de sus más favorecidos y privilegiados.
Funcionarios que llegan al poder sin nada al poco tiempo ostentan riquezas a costa del dolor y sufrimiento del pueblo que juraron defender. ¡Que ironía!, salen de la miseria para posteriormente convertirse en los nuevos verdugos de aquellos con los que compartían el trozo de pan.
Artículo de Manuel Díaz Aponte
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