Yasiel Cancio Vilar, enviado especial Samara, Rusia, 2 jul (PL) En el Mundial de fútbol de las sorpresas, Brasil alzó su voz y sacó la cara por los favoritos, aunque para eliminar hoy a México por 2-0 debió utilizar todo su arsenal de estrellas, estresadas hasta las postrimerías del duelo.
La hegemonía del Scratch sobre el Tri se acentuó aún más en Copas del Mundo. Luego de este resultado, los sudamericanos archivan cuatro victorias y un empate ante los norteamericanos, con 13 goles a favor y ninguno en contra.
Neymar, el siempre polémico artista del Paris Saint Germain, quiso todo el protagonismo para sí mismo y marcó el primer gol y después dio la asistencia del segundo. Y sacó del torneo al combativo elenco mexicano.
Vamos mejorando partido a partido, estamos más cerca de la final, sería un sueño darle el trofeo a la torcida luego de lo que pasó hace cuatro años (Brasil, como local, perdió en semifinales contra Alemania por escandaloso 1-7), enfatizó el crack de 26 años.
Sin tirar fuegos artificiales, ni enamorar demasiado con su variante de 'jogo bonito', los brasileños siguen viento en popa camino al trono del Mundial de Rusia-2018, continúan rumbo al sueño de coronarse en Europa, y como hicieron en 1958, mueven su centro de gravedad en busca de su sexta corona universal.
Hoy los sudamericanos tuvieron buenos momentos con la formación 4-1-4-1, sin embargo, a ratos eran superados por los mexicanos, quienes buscaron el gol de todas las maneras posibles, pero sin inquietar tanto al arquero Allison Becker, en gran medida por la terrible puntería que exhibieron sus delanteros.
Tanta fue la paridad que el choque llegó 0-0 al medio tiempo. Los multicampeones mundiales buscaban el gol sin descuidar la defensa, mientras los mexicanos desconocían abiertamente la jerarquía del rival e iban a por todas.
Pero el fútbol premió al mejor, al más compacto, al que más estrellas aglutinaba sobre la cancha del Cosmos Arena de Samara.
Tras una jugada que él mismo comenzó en el centro del campo, Neymar abrió el marcador en el minuto 51 y más tarde, cuando el reloj de arena marcaba la hora del final, asistió a Roberto Firmino, para que firmara la sentencia, cual juez con toga, peluca y martillo.
Curiosamente, México siempre clasificó a octavos de final desde 1994 y siempre, incluida la presente edición, quedó eliminado en esa etapa, una especie de mala suerte, ritual o tradición que los brasileños honraron al pie de la letra con este 2-0.
Mientras, los brasileños alargaron su racha de accesos a cuartos de final, algo habitual desde Italia-1990.
Tras las eliminaciones de Alemania, España, Argentina y Portugal, Brasil es de los pocos grandes favoritos al título -junto a Francia- que aún siguen con vida en Rusia.
En cuartos de final, los brasileños tendrán que enfrentar seguramente a la escuadra de Bélgica, que hoy dirimirá su pasaporte contra Japón, a priori puro trámite, aunque las sorpresas forman parte del orden del día en esta Copa.