La República Dominicana someterá una apelación ante el Órgano de Apelaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), organismo máximo de resolución de disputas en el comercio internacional, ante la decisión de un panel de expertos que decidió que las quejas de Cuba, Honduras, Indonesia y la República Dominicana contra el empaquetado genérico del tabaco en Australia, no se sustentan.
“La República Dominicana, luego de haber revisado de manera minuciosa la decisión de este Grupo Especial, está decepcionada y en contra de las conclusiones emanadas de este Reporte y aprovecha para informar que dichas conclusiones no son definitivas”, expresa una declaración al respecto de la Dirección de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM).
Manifiesta que el país ha tomado nota del informe emitido por el Grupo Especial constituido ante la OMC para conocer sobre las prescripciones de empaquetado genérico aplicables a los productos de tabaco implementadas por Australia, porque el interés nacional siempre ha sido defender el cumplimiento de los Acuerdos de la OMC, su tradición tabacalera y su condición de mayor productor y exportador de cigarros Premium a nivel mundial.
“Creemos en un sistema multilateral de comercio internacional que defienda la propiedad intelectual, como se encuentra consagrado en la normativa de la Organización Mundial del Comercio”, indica la declaración, según nota de la Dirección de Comunicaciones del MICM.
El pasado jueves, un panel de expertos del Órgano de Solución de Controversias de la OMC decidió que los demandantes no habían demostrado que las medidas del empaquetado genérico fuesen incompatibles con las obligaciones de Australia en varios acuerdos de comercio internacional, entre ellos el Acuerdo sobre Barreras Técnicas del Comercio, el Acuerdo sobre Propiedad Intelectual (TRIPS) y el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (OMC).
La legislación cuestionada, vigente desde 2012, establece que en Australia sólo se venden cajetillas de tabaco en las que no aparece ninguna publicidad y tienen un color único, mientras que la marca aparece escrita en una tipografía homogénea y pequeña.
Los demandantes, incluida República Dominicana, cuestionan que la norma afecta a su industria de tabaco de alta calidad (cigarros o puros) al impedirle diferenciarse de los productos de sus competidores.