Luis María Frómeta, mejor conocido como Billo, fue el creador de la orquesta Billo’s Caracas Boys, nace el 15 de noviembre de 1915 en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana. Años después se traslada junto a su padres y hermanos, a residenciarse en San Francisco de Macorís, ciudad del interior de la república.
Billo llego a Venezuela desde Santo Domingo el 31 de Diciembre de 1937 para tocar en el Roof Garden, primer local danzante de prestigio en la ciudad de Caracas
Si de música de orquestas hablamos, sin duda la Billos Caracas Boys juega un papel protagónico a nivel latinoamericano. Sus ritmos, sus adaptaciones bailables en cada tema musical, sus mosaicos y sus intérpretes le brindaron reconocimiento y le permitió mantenerse vigente por más de 70 años en la industria musical.
Los años 40 fueron el punto de partida para esta extraordinaria orquesta. Luis María Frómeta, mejor conocido como Billo, fue el encargado de seleccionar y organizar a los músicos que debutaron en la misma. Esta orquesta se dio a conocer primero en los salones de baile, llegando a convertirse en una de las mejores en toda Latinoamérica.
El Piano de Venezuela Johann Jiménez está en RD con la Orquesta Billo’s Caracas Boys y comenzará a promocionar el nuevo hit “El Amarrao”, estará visitando los diferentes medios de comunicación para dar a conocer este nuevo tema de la orquesta más famosa de Latinoamérica, con origen Dominicano. Cabe destacar que el Maestro Billo Frómeta es el compositor del tema “Espera Quisqueyana” muy querido y recordado por los Dominicanos. En su haber musical les fue otorgado el Récord Guiness por agrupar a 240.000 bailadores en una presentación que realizaron en los Carnavales de la Isla de Tenerife.
Esta maravillosa orquesta viajó por toda Latinoamérica para dar a conocer su música, en 1988 fallece Billo Frómeta y con esto se cierra la etapa de oro de la Billos Caracas Boys. En la actualidad la orquesta se encuentra bajo la batuta de su hijo Amable Frómeta y del Piano de Oro Johann Jiménez quienes la conducen a su era de diamante para inmortalizar la orquesta de manera irreversible, por lo menos medio siglo más para seguir llevando la mejor música a todos los bailadores de Latinoamérica.