Otra variante y alternativa es que se compense con un salario adicional a las familias para hacer frente al gasto de inicio del año escolar.
El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor (ONPECO) llama a las instituciones y organismos del Estado responsables de la recaudación, a que liberen de impuestos los útiles escolares, durante el mes de agosto, como una forma de aligerar la carga de las familias que durante ese período deben hacer grandes esfuerzos en la preparación de sus hijos e hijas para el inicio del año escolar, reiterando su propuesta para este período en 2017.
Al inicio de cada año escolar las familias deben endeudarse para hacerle frente a los gastos en uniformes, zapatos, mochilas, libros y demás útiles escolares que sus hijos e hijas necesitan para entrar a las escuelas y colegios. También, otra alternativa factible es que se compense a las familias con un salario adicional para que con esos recursos hacer frente al gasto del inicio del año escolar.
El ONPECO alega, como ejemplo, que en Estados Unidos durante una semana de agosto los útiles son liberados del pago de impuestos, como una contribución a las familias de ingresos fijos.
Pero frente a las condiciones reales de nuestro país, en el mes de agosto debiera liberarse del pago de impuestos los útiles escolares o entregarle un salario adicional a uno de los padres para aligerar la carga, a la que se le suma también el alza de la factura eléctrica, la cual se ha duplicado en muchos hogares bajo el alegato de las altas temperaturas que se registran en este mes, lo que implica también un gasto muy alto para las familias.
La temperatura, la presión y el estrés del inicio del año escolar implican una verdadera tortura para las familias, principalmente las de ingresos fijos.
En agosto, un gran porcentaje de familias también tiene que pagar por adelantado el mes de julio del año siguiente, y cargar con la nueva tarifa de los colegios privados, la cual es regularmente incrementada sin que ocurra igual con los ingresos en los hogares.
Igualmente, el ONPECO entiende que deben respetarse las disposiciones de la Ley número 66-97 que regula la educación, en el sentido de que los textos escolares deben revisarse cada cuatro años, por lo que no hay que cambiarlos cada año.
El artículo 78 de la referida ley establece que: "los textos básicos o complementarios u obras de consultas, a que se refiere el literal e) del presente artículo, una vez aprobados permanecen vigentes por un período no menor de cuatro años"
Sin embargo, varios libros de textos han sido cambiados pese a tener solo un año de vigencia, según han denuncia de algunos padres a través de las redes sociales.
El ONPECO entiende que, pese a que se destina el cuatro por ciento a la Educación, las escuelas públicas todavía no garantizan la cobertura y calidad a la que aspiramos en la educación, razón por la que crecieron en alumnado los centros privados, que operan con programas diferentes a los del sistema educativo general del país.
Pese a que se han construido muchas escuelas, todavía el sistema educativo nacional no responde a las expectativas planteadas y requeridas por la sociedad dominicana.
Santo Domingo, D.N.
22 de julio de 2018