Por Katherine Medina/Edición: Marina Aybar Gómez/Con más de 30 años en el accionar de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Antonio Medina Calcaño, vicerrector de Extensión de la UASD, afirma que esa institución sigue siendo parte de su proyecto de vida, en la cual ha hecho carrera desde las actividades gerenciales, docentes y estudiantiles, para albergar una madura experiencia al servicio de esa academia y de la sociedad en general.
Con visión progresista, arropado con mayores éxitos que fracasos, siempre de buen trato, con metas por alcanzar, sensible ante situaciones que le ocurren a los menos afortunados, de permanente visión optimista, humilde, solidario y trabajador, son algunas de las cualidades que resaltan en el afable Antonio Medina Calcaño, quien, seguro de sí, se define como persistente, cuyo cotidiano accionar conforma su extensa hoja de servicios.
Ejercer como vicerrector de Extensión será la continuación de su entrega a la UASD, donde ingresó como monitor, para continuar como profesor de varias facultades, coordinador de Cátedra, encargado de diversos departamentos, miembro de los organismos de dirección de las facultades y de la UASD, vicedecano durante varios periodos, y decano.
“La Universidad es una institución clave, patrimonio del pueblo dominicano y hay que preservarla, cuidarla y respetarla para que las nuevas generaciones puedan obtener sus propios frutos”, expresó.
Ha realizado una exitosa carrera académica y gerencial en la institución y está firme en sus convicciones, por lo que asegura que el profesorado universitario siempre ha valorado positivamente su trayectoria y lo apoyará en esta nueva tarea que se propone como vicerrector de Extensión de la Primada de América.
Su compromiso con la Universidad lo refuerza con el paso de los años porque la academia tiene un rol estelar que es formar profesionales críticos, investigadores y asumir un rol social que en los últimos años ha sido cuestionado por los múltiples factores envueltos. “La UASD tiene más fortalezas que debilidades, pero si hacemos conciencia de la necesidad de superar esas dificultades, entonces, la situación puede cambiar hacia lo positivo”, afirma. Es obligatorio que debemos reconocer críticamente que nuestra academia adolece de serios problemas y asumir el compromiso de superarlos. Si no hacemos conciencia de esa realidad no la vamos a transformar”.
Procedente de San Pedro de Macorís, región Este del país, recuerda que en su infancia colocaba hiervas y mentas debajo de la cama, para que los Reyes Magos dejaran los regalos. “Un día me antojé de una armadura romana de juguete que vendían en una farmacia y le dije a mi padre que quería ese regalo; milagrosamente, el Día de Reyes ahí estaba”, expresa mientras se trasladaba a su niñez con mirada profunda y sonrisa sutil.
Actividades académicas
Es egresado de las carreras de Derecho y de Sociología. Ingresó a la carrera docente en el 1981, a la Escuela de Sociología; ayudante de profesor de la Escuela de Filosofía, 1982 y como profesor de la Escuela de Derecho, en el 1986. Actualmente, es profesor de las escuelas de Derecho y Filosofía. Realizó la maestría en Derecho y Relaciones Internacionales, postgrado en Derecho Penal y especialización en Ciencias Políticas en la Academia Stefan Gheorghiu, Bucarest, Rumania.
“Mi vida es mi familia”
Padre de familia que procreó a cuatro hijos con su esposa Lohadis Rebeca Ureña: Elisa, Cindy, Chantal, Karen y Marco Antonio, una de ellas, adoptada a muy temprana edad por lo que su familia está conformada por cinco hijos y dos nietecitas de su hija mayor que lo convierten en un abuelo muy joven. “Mis nietecitas completan la felicidad de la familia”, afirma con orgullo.
Compartir en familia, viajar, salir de paseo son algunos de los pasatiempos que le regla la vida a Medina Calcaño. Tiene gran pasión por la lectura y es aficionado al cine.
Elizardo Medina y María Calcaño de Medina, ambos fallecidos, fueron los padres ejemplares de Antonio Medina, quienes siempre hicieron todo lo posible por educarlo y formarlo en valores. Con el rostro lleno de paz y notándose en su expresión gran satisfacción, cuenta que sus padres fueron seres humanos totalmente luchadores, se siente completamente orgulloso de ellos pues lo que su hermana y él son actualmente se lo deben a ellos.
Agradece su personalidad a sus padres, los cuales exalta en cada palabra que pronuncia. “Mis padres son mis reyes”, expresó. Vivió una niñez de apertura, apoyo e integridad moral en un ambiente familiar unido, recuerda que nunca escucho a su padre hablar en voz elevada.
Sus estudios
En la primaria, fue estudiante destacado y cuando cursaba el sexto lo evaluaron para promoverlo al octavo por sus calificaciones sobresalientes. En secundaria estuvo dentro de los tres primeros lugares de estudiantes destacados y con tan solo 17 años ingresó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo a cursar la carrera de Sociología, y más adelante la Licenciatura en Derecho.
Inmediatamente ingresó a la UASD, se unió a los grupos estudiantiles, siguiendo el legado de sus padres, para continuar con sus actividades políticas y estudiantiles de su pueblo. Junto a otros compañeros también formaron parte de grupos progresistas al lado de las mejores causas de defensa de la democracia, derechos humanos, sociales, etc.
Fue secretario general de la Asociación de Estudiantes Universitarios de San Pedro de Macorís. A partir de ese momento, Medina desarrolla un importante rol en el movimiento estudiantil; luego, fue miembro del Comité Ejecutivo de la Federación de Estudiantes Dominicanos, FED, ocupando distintas posiciones incluyendo, años más tarde, la presidencia de la misma. “Mi vida en el movimiento estudiantil fue una importante experiencia. La FED fue una buena experiencia, me forjó y sirvió de base para el desarrollo de lo que hoy soy”, contó Medina con orgullo y emoción.
“En mi época, el movimiento estudiantil tenía mucha fortaleza, incluso, llegó a estar preso en varias ocasiones por mis actividades en la misma, defendiendo los intereses de la Universidad y del pueblo dominicano, en defensa de la democracia y de la Universidad”, sostuvo.
Su compromiso con la sociedad
La desigualdad social que padecen los ciudadanos es una de las constantes preocupaciones de Antonio Medina, por lo que las luchas que ha desempeñado seguirán siendo a favor de los sectores más vulnerables, siempre en defensa de los derechos de la mujer, de la familia, de la comunidad, afirma mientras aprieta sus manos.
“Hemos avanzado, pero aún quedan muchos caminos sin recorrer, por esta razón me involucré en grupos progresistas y tuve un papel importante en todos los procesos en los que participé”, afirmó mientras su voz se tornaba firme y segura.
Fue miembro de la Junta Directiva del Colegio de Abogados de la República Dominicana; miembro del Colegio de Notarios; presidente de la Mesa Nacional de Decanos y Directores de Facultades y Escuelas de Derecho del país; miembro del Consejo Académico de la Escuela Nacional del Ministerio Público; miembro del Consejo Nacional de la Defensa Pública; y vicepresidente de la Asociación Dominicana de Amigos de China.
Mensaje a la juventud
Antonio Medina insta a las nuevas generaciones a formarse, educarse y que no dejen de perseguir sus objetivos hasta alcanzarlos.
“Los estudiantes de la UASD son luchadores incansables y cada uno de ellos puede hacer un cambio en la sociedad”, expresó.
“Los jóvenes deben trazarse metas realistas que se puedan cumplir ya que el mundo moderno es muy exigente y la competencia es fuerte, siempre, siempre habrá algo nuevo por conocer; los jóvenes no deben ser conformistas, la juventud es el futuro de la Patria y nunca es tarde para emprender cualquier proyecto que se propongan. Recuerden, jóvenes, la vida es como un camino que se recorre por etapas y la juventud tiene que estar adquiriendo conocimientos permanentemente”, afirmó Medina.
Conciliador, trabajador y siempre dispuesto a dar su mano amiga, con una permanente sonrisa, Medina organiza documentos en su escritorio, para concluir con un productivo y satisfactorio día de trabajo.