El próximo 23 de Septiembre, es la fecha programada por Juan Temístocles Montás, para anunciar oficialmente su decisión de aspirar a la presidencia, en un acto que será celebrado en la media naranja del Estadio Olímpico Félix Sánchez, donde expondrá sus motivaciones para competir por la candidatura del PLD, y posteriormente, por la presidencia de la república en las elecciones generales del año 2020.
Ese evento pondrá sobre los rieles de la carrera para alcanzar la primera magistratura del Estado, a una de las figuras con mayor relevancia política en el PLD, y un significativo arraigo en la sociedad.
El escenario que surgirá a partir de ese lanzamiento, indica claramente que si no ocurre un suceso trascendental que modifique el rumbo del proceso que deberá elegir al candidato del PLD, es casi seguro que la competencia estará polarizada entre Temístocles Montás y Leonel Fernández.
Mi afirmación es el resultado de una evaluación ponderada sobre la realidad que internamente se desarrolla en la organización, tomando como referencia al escaso desempeño alcanzado por los distintos precandidatos que han surgido hasta el momento.
En ese sentido, para construir un escenario objetivo que permita concretar mi aseveración, lo primero que debemos establecer es, lo siguiente:
Actualmente, Leonel Fernández, representa la principal opción sobre el cuadrilátero a pesar de las dificultades que enfrenta con elementos importantes del PLD, que coinciden en recomendar su abstención del proceso para permitir que otros dirigentes compitan por la candidatura del partido.
Luego de establecido ese punto sobre Leonel, su posicionamiento y los problemas que enfrenta, pasamos a graficar textualmente a las restantes precandidaturas y los motivos que conducen a la conclusión de lo inicialmente expuesto.
Si alguien se colocase en la posición de un peledeísta promedio que deberá elegir entre, Reinaldo Pared Pérez, y los demás aspirantes, de inmediato notaría que no existe una conexión entre su discurso y el escenario donde desarrolla su campaña.
Desafortunadamente, Reinaldo, ha enfocado su estrategia en un acompañamiento con varios senadores, los cuales están aprovechando esa coyuntura para relanzar su desmejorada situación política frente al electorado de sus provincias.
En consecuencia, aun cuando esa demostración de fuerza aparenta exitosa, en el fondo no logrará resultados positivos porque no existe posibilidad alguna de concretizar una conexión simbiótica que permita establecer un vínculo asertivo entre Reinaldo, y las estructuras de esos senadores.
Por otro lado, si ese mismo peledeista, tendría que decidir entre, Carlos Amarante Baret, y el resto de los aspirantes, estoy plenamente convencido que, Amarante, no alcanzaría a llenar, mínimamente, sus expectativas, debido a que transmite una percepción negativa que denota su falta de carisma –herramienta elemental para competir en una campaña electoral–.
A lo largo de su carrera política y su desempeño como funcionario público, el alto dirigente del PLD, ha sido objeto de múltiples críticas que lo sindican como una persona indiferente a las necesidades de los miembros del partido.
Según comentan los propios peledeistas, entre Amarante, y sus labores de funcionario, no existe un vínculo que guarde relación con las estructuras del partido, motivo suficiente para que los dirigentes no logren digerirlo como un compañero de cualidades humildes y solidarias.
Esos argumentos permiten pensar que ninguno de esos dos precandidatos está en condiciones de competir por si solos contra Leonel; sin embargo, a diferencia de Reinaldo y Amarante, la entrada al ruedo de Temístocles Montás, abre una posibilidad real de competencia en el PLD.
Internamente, ha Temístocles, se le conoce por sus cualidades de compañerismo, humildad, seriedad y apego a los principios del pensamiento boschista; mientras que hacia afuera, se le valora por sus aportes al proceso de planificación, ejecución y desarrollo de las políticas públicas que han consolidado al Estado Dominicano, en materia de desarrollo económico y social.
Esas razones colocan al avezado dirigente, en una posición ventajosa sobre el resto de los aspirantes. Pero además, porque ha logrado relacionar la dialéctica de su discurso y su experiencia de Estado, con la acción de organizar una maquinaria electoral que cuenta con un significativo número de peledeistas comprometidos con su causa.
Temo, como le conocen sus compañeros del partido, ha logrado moldear una propuesta que, políticamente, enlaza su respaldo a la gestión de gobierno del Presidente Danilo Medina, con un enfoque muy personal, sobre los retos y desafíos de la nación.
En poco más de dos (2) años, Temístocles, se ha convertido en una verdadera opción, no solamente para la dirigencia morada, sino también para amplios segmentos sociales que han comenzado a respaldar sus ideas.
Actualmente, es el aspirante a la nominación presidencial del PLD, con el mejor discurso y la más profunda visión sobre hacia donde debe marchar la organización.
Esa panorámica sobre la situación pre-electoral interna, muestra claramente por donde andan las cosas, y bajo ese criterio considero que, si se mantiene la actual proyección, el próximo Congreso Elector enfrentará a dos figuras históricas, que son: Temístocles Montás y Leonel Fernández.
Lo demás, forma parte de un ensayo y una búsqueda de notoriedad.