Monseñor Nouel y La Vega son las provincias con mayor cobertura boscosa del país; Deveaux: práctica de Falcondo se enfoca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Santo Domingo-Una minería responsable implica que al terminar la intervención en un área geográfica determinada, ésta quede lo más parecida a como fue encontrada originalmente e incluso mejorada, teniendo como pilares la preservación de bosques, el sistema de manejo de aguas, la restauración de bosques, los controles de emisiones.
Un ejemplo de ejercicio de minería responsable lo constituye Falcondo, muestra de lo cual es que actualmente Monseñor Nouel es la provincia con mayor cobertura boscosa del país, con un 62.93%, y La Vega la segunda, con un 60.7%. En comparación con un promedio de 39.7% para el país. En el caso de Loma Ortega, hay que indicar que el 98.6% (aproximadamente 7,000 de 7,150 tareas) del total de la propiedad de la minera en dicho lugar actualmente cuenta con cobertura boscosa, explicó Celso Juan Marranzini, vicepresidente de la Directiva Nacional de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).
Marranzini hizo uso de la palabra al presentar a Edwin Deveaux, vicepresidente de Falcondo, quien realizó una exposición en el Desayuno Temático de la AIRD con el título “Acciones Industriales que Transforman: Loma Ortega Reverdece: Un Cierre de Minas de Clase Mundial”, en el cual expuso los logros de la minera, especialmente en lo referido a Loma Ortega, La Vega, así como proyecciones sobre Loma Miranda, de la misma provincia.
Marranzini señaló que la gran minería en República Dominicana es un ejemplo de un enfoque bien aplicado de desarrollo sostenible y el caso Falcondo es un paradigma de clase mundial, sustentado en los más exigentes parámetros de minería sostenible.
Expresó que esta gran minería es congruente con lo que se llama desarrollo sostenible, el cual es definido como el aprovechamiento efectivo de los recursos naturales para satisfacer las generaciones presentes, proporcionándoles desarrollo y bienestar, sin sacrificar las generaciones futuras, a través de preservarles las condiciones ambientales requeridas.
Deveaux centró su exposición en lo que se conoce como Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual puede ser considerada como la carta que se han dado las naciones para lograr una mayor calidad de vida para todos. En su exposición evidenció que todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible están implicados en la experiencia de Falcondo, unos de modo indirecto, otros de modo moderadamente directos y otros muy directos. Entre estos últimos todo lo relativo a acción por el clima, vida de ecosistemas terrestres, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, industria, innovación e infraestructura y educación de calidad.
Los aportes de Falcondo al fisco también son significativos. El 55% de sus ganancias constituyen impuestos y dividendos al Gobierno dominicano (sin contar las significativas inversiones en desarrollo económico-social, de lo cual nos expondrá los detalles nuestro invitado). Una generación de 2,000 empleos directos de calidad y unos 10,000 indirectos.
“República Dominicana tiene un enorme potencial minero. Diversas empresas están en la capacidad –y lo han demostrado- de un ejercicio responsable de esta actividad –de lo cual hoy conoceremos el caso de Falcondo-. No nos neguemos a las riquezas de una tierra bendita, bajo regulaciones que nos garanticen que es una tierra para nosotros y para las futuras generaciones, que no se trata de un bienestar momentáneo, sino de una posible plataforma para la prosperidad a largo plazo, de acercarnos a los objetivos del desarrollo sostenible”, concluyó Marranzini al hacer la introducción al Desayuno Temático.