El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y del Consejo del Poder Judicial (CPJ), doctor Mariano Germán Mejía, encabezó un desayuno-conversatorio titulado “Nuestro Compromiso Ético Institucional”, a cargo del catedrático argentino Armando S. Andruet, con la participación de jueces del alto tribunal y de los demás miembros del Consejo.
El conversatorio ético, que se extendió a cada uno de los departamentos judiciales con la participación de la totalidad de jueces del país, concluyó con la asistencia de los magistrados pertenecientes al Distrito Nacional.
En su ponencia ante los jueces de la Suprema Corte de Justicia y los miembros del Consejo del Poder Judicial, el doctor Andruet destacó el esfuerzo del Poder Judicial por implementar el Código de Comportamiento Ético que rija la conducta de los jueces, aunque observó que dicho Código es muy extenso en sus 26 principios y con elementos redundantes que se deben tomar en cuenta.
El experto resaltó que los jueces tienen una gran responsabilidad en su función judicial y que en su experiencia como profesor de ética ha podido constatar que el Poder Judicial tiene jueces probos, serios, honestos, responsables y comprometidos con la deontología ética y jurídica.
Explicó que en muchos países no existe funcionamiento real de los tribunales de éticas, porque resultan absorbidos dentro de la responsabilidad administrativa disciplinaria, error del que aclaró adolecen la mayoría de nuestras naciones.
“Algunos países consideran que se debe separar el aspecto administrativo disciplinario de la responsabilidad puramente ética para una mejor interpretación y análisis”, expuso el catedrático.
El magistrado Germán Mejía valoró la importancia del encuentro, señalando que todo juez tiene una imagen y comportamiento que cuidar y que todo el que acepta esa noble función debe aceptar también las restricciones que conlleva el cargo.
“El juez debe llevar una vida distinta a los demás ciudadanos, porque debe privarse de cosas. El tema de la ética es difícil tratarlo por la misma complejidad del hombre, por ser al mismo tiempo un posible hombre santo y un posible hombre diablo”, apuntó el presidente del Poder Judicial.
Agregó que “de todos los servidores públicos, la función más sagrada la tienen los jueces y juezas, que están obligados a ser éticos. El juez no debe olvidar que es un servidor público y que sus actos se deben a los demás. En el Poder Judicial, la conducta ética tiene una importancia vital. La ciudadanía espera una conducta intachable del juez”.
De su lado, la magistrada Sara Henríquez Marín, miembro del Consejo del Poder Judicial y del Comité de Comportamiento Ético, pronunció las palabras de bienvenida, en las que resaltó la importancia de que se promueva este tipo de conversatorio con los jueces de cada uno de los departamentos y distritos judiciales a nivel nacional.
“La misión nuestra como Comité de Comportamiento Ético es el fortalecimiento cada día más de nuestra institución, necesitamos jueces probos, capaces, honestos y humildes”, sostuvo la magistrada consejera Henríquez Marín.
Los encuentros se enmarcan dentro de la difusión de los valores y principios éticos, definidos en el Sistema de Integridad Institucional, y tienen como objetivo principal afianzar el conocimiento del Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial y dar a conocer la importancia de practicarlo.
Los 26 principios que integran el citado Código son conciencia funcional e institucional; credibilidad, cortesía, decoro, disciplina, diligencia, eficiencia, eficacia, efectividad, equidad, excelencia, honestidad, humildad e igualdad; independencia, imparcialidad administrativa; imparcialidad judicial; integridad, lealtad, legalidad, motivación, prudencia, rendición de cuentas; responsabilidad, transparencia, uso efectivo de los recursos; secreto profesional y vocación de Servicio.
En los encuentros con el profesor Armando S. Andruet participaron aproximadamente 730 jueces a nivel nacional.
El objetivo es afianzar en todos los magistrados del sistema judicial su compromiso en función a lo que dice el Código de Comportamiento Ético como guía de conducta del juez.
El conversatorio fue organizado por disposición del Consejo del Poder Judicial, con la colaboración de la Dirección General de Administración y Carrera Judicial y la Escuela Nacional de la Judicatura.