Santo Domingo, 28 de agosto 2018.- Doce familias compuestas por dos a cinco miembros concluyeron el programa “Familias Fuertes”, que imparte Casa Abierta en alianza con el Consejo Nacional de Drogas – CND. Este programa es una guía para que padres, madres, tutores y tutoras puedan fortalecer vínculos familiares con sus hijos e hijas, basados en amor y límites. Es una estrategia que promueve la prevención del consumo de drogas y otras conductas de riesgos en los y las adolescentes. Se imparte durante ocho semanas, en las que participan las persona adultas: padres, madres, abuelas, y tutores en general, y niños y niñas.
En el acto de entrega de certificados, el director ejecutivo de Casa Abierta, el psicólogo Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo, exhortó a los padres, madres, y abuelas presentes a “dar respeto los niños y las niñas, y ayudarles a sentirse amados e importantes. Al igual que un adulto al ser golpeado no se siente amado, asimismo se siente un niño/a. Siente el maltrato, el abuso y concluye que no es importante”.
Señaló que “la sociedad dominicana ha sido educada en base a métodos violentos como los golpes y las pelas, que les impide desarrollar habilidades sociales, capacidad de enfrentar la presión de grupo, capacidad de ser personas solidarias y empáticas. Estas son fortalezas que debemos trabajar para que los niños y las niñas la desarrollen”. Señalo que estas acciones todavía muchas familias las consideran buenas y válidas, sin embargo estos métodos de crianza pueden generar personas agresivas o depresivas, que continuarán replicando esas malas prácticas, eternizando el circulo de la violencia”, agregó.
Dirigiéndose a los niños, niñas, y adolescentes participantes, el director de Casa Abierta, les explicó que no existe nadie que pueda querer a un niño o a una niña más que su padre y su madre. Les exhortó a tener confianza en que los límites buscan su cuidado y protección, aunque no entiendan los motivos. Insistió en la necesidad mantener un diálogo abierto en el hogar, y una relación dinámica en la que a través de la comunicación puedan expresarse cualquier inquietud o sentimiento que pueda desestabilizar la armonía. Insistió en educar en amor y límites porque cuando los hijos e hijas tienen límites definidos, saben que sobrepasar esos límites les causará problemas.
De la Rosa concluyó su discurso, expresando la voluntad de poder llevar a cabo el programa “Familias Fuertes” en muchas otras zonas geográficas de la República Dominica, para que un mayor número de familias puedan ser beneficiadas y así poder ver los resultados más claramente en toda la sociedad. Agradeció a CND por poder desarrollar el programa en conjunto y a las personas participantes por permitir que Casa Abierta les acompañe a ser una familia unida. Finalmente expresó felicitación por la valentía y decisión de participar en entrenamientos sistematizados, durante dos meses, con una sesión semanal, buscando beneficio y bienestar para sus familias.
Por el CND la psicóloga Lohadis Ureña, responsable del entrenamiento de facilitadores y difusión de la implementación del programa Familias Fuertes en el país, exhortó a cada participante a poner en práctica los aprendizajes adquiridos. Señaló que el objetivo es que los hijos e hijas desarrollen fortalezas, por medio del uso de las herramientas facilitadas, las cuales son necesarias para enfrentar los desafíos que se presentan en la etapa de la adolescencia. Exhortó a darle continuidad a lo aprendido a través de unas guías que recibirán y que contienen una reseña de los puntos más relevantes del programa. Motivó a que compartan sus experiencias y a promover el programa invitando a otras familias para que también puedan resultar beneficiadas.
De su lado, las personas participantes intercambiaron experiencias, acerca de necesidades detectadas en su entorno y que según lo aprendido pueden ser cubiertas a través del programa Familias Fuertes, y expresaron algunos de los cambios que se han producido en sus vidas y en sus relaciones en el hogar. Agradecieron poder participar en el programa de forma gratuita y lo consideraron un acto de solidaridad. Exhortaron a Casa Abierta y al CND a no cansarse y a darle continuidad al programa que es llevado a cabo cada verano desde el año 2015, con excelentes resultados.