Los dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano representados en la corriente Por el Rescate del PRD dijeron que el expediente del Tribunal Constitucional (TC-04-2018-0082) que envía al Tribunal Superior Electoral (TSE) la revisión de la decisión emitida por esa instancia el 22 de marzo del presente año, obligando a la celebración de un proceso para elegir las autoridades mediante el voto de sus bases representa la prueba por excelencia de la funesta intervención de intereses politiqueros en los procesos de las Altas Cortes.
Para Tonty Rutinel, Francisco Férnandez, Ruddy González, Melania Salvador, Guido Gómez Mazara y Andrés Henríquez, el pecado original que degrada la democracia de los partidos, y fundamentalmente la del partido blanco, reside en que Miguel Vargas Maldonado participó en el acuerdo político que designó a los miembros del Tribunal Constitucional, y éstos expresan en el marco de su ejercicio, cuotas de participación que actúan para retribuir su posición en el alto tribunal colocando la política por encima de la razón jurídica.
Señalaron que el hecho de que cuatro miembros de ese tribunal deben ser sustituidos y que nosotros habíamos solicitado la inhibición de tres (Ray Guevara, Díaz Filpo y Gómez Bergés) conducían a dejar a los próximos seleccionados la facultad de decidir sobre un recurso, bien interpretado en el Tribunal Superior Electoral, pero políticamente acelerado en el TC para obtener resultados favorables a la causa política de Vargas Maldonado, irónicamente dos días antes que el presidente de la nación en su condición de cabeza del Consejo Nacional de la Magistratura estableciera la convocatoria para el próximo 2 de octubre.
Para los miembros de la corriente Por El Rescate del PRD, el Tribunal Constitucional representa una de las manifestaciones indecorosas de una franja con una enorme vocación por revestir de legalidad la protección política de un dirigente arruinado en la estima electoral, pero amparado en resortes del poder que desean caricaturizar a una organización con 79 años, usando la decisión de revisar la sentencia TSE 002-2018 para darle un aire al político con la tasa de rechazo más alta en la sociedad dominicana.
Los dirigentes del PRD señalaron que, todavía no han recibido la sentencia integra ni ha sido notificada, y esa dilación se inscribe en una sórdida cordinación de actores dentro del TC que se comportan como activistas partidarios que, se tornan lentos en la entrega, tratando de acelerar procesos convencionales dentro del partido para revestir de legitimidad decisiones antes que el Tribunal Superior Electoral conozca en revisión ese burdo intento de darle categoría dirigencial a Vargas Maldonado sin ningún tipo de validación popular.
Finalmente, reiteraron su compromiso de luchar en el escenario del TSE para devolverle al PRD la senda democrática compitiendo libremente y cerrando toda posibilidad de que manejos del poder político en franca coordinación con varios magistrados del TC sigan desacreditando los esfuerzos por una verdadera institucionalidad en el país.