Estuvo acompañada de la ex primera dama Rosa Gómez de Mejía, del ministro de Educación, líderes religiosos y jefes militares.
Santo Domingo.- El Despacho de la Primera Dama en coordinación con el Ministerio de Educación, las iglesias católica y evangélica, celebró este miércoles un Encuentro Ecuménico, en el Pabellón de Voleibol, del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, bajo el lema “la paz, misión de todos”.
La actividad fue propicia para integrar diferentes nominaciones religiosas del país, con el propósito de enviar un mensaje a la sociedad de que se puede lograr una cultura de paz en el diario vivir.
El encuentro, con la participación de más de 3,000 personas, en su mayoría jóvenes, fue encabezado por la primera dama Cándida Montilla de Medina, acompañada de la ex primera dama Rosa Gómez de Mejía (2000-2004).
En esta actividad participó José María del Corral, presidente mundial de la Fundación Scholas Occurrentes, organización impulsada por el papa Francisco, utilizando el vehículo de la educación para promover la cultura de paz.
La mesa principal también estuvo integrada por el ministro de Educación, Andrés Navarro; monseñor Ramón Benito Ángeles, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo; el obispo Elvis Medina, enlace entre las Iglesias Cristianas y el poder Ejecutivo.
Además, monseñor Julio César Corniel Amaro, obispo de la diócesis de Puerto Plata; Soterio Ramírez, viceministro de Deportes; Raffy Paz, pastor de la iglesia cristiana Palabras de Vida y Rafael Gutiérrez, director de asuntos públicos para el Caribe de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días.
“Día tras día, el Despacho de la Primera Dama agrega su grano de arena a este propósito. A través del componente Por una Cultura de Paz del programa Comunidades Inteligentes, que patrocina este encuentro, donde se promueve en las comunidades la convivencia sana, la solución pacífica de conflictos y la superación personal”, dijo Montilla de Medina.
Centenares de personas en todo el país, muchas de ellas voluntarias, imparten charlas y desarrollan talleres dirigidos a jóvenes y adultos, valiéndose de clubes culturales, Iglesias, juntas de vecinos y centros educativos.
Sus temas centrales son la responsabilidad, las relaciones positivas, el perdón y la armonía.
Vistoso y colorido
El masivo acto fue vistoso y colorido. Incluyó la presentación del Coro de Niños de la Catedral Primada de América con los temas Una Plegaria por la Paz, PieJesu y Los Niños Queremos la Paz.
Niños y niñas del programa Ángeles de la Cultura vestidos del color que identifica la paz en el mundo, el blanco, formaron el mapa de la República Dominicana y lanzaron globos del mismo color en compañía de las autoridades.
La primera dama y sus acompañantes sembraron un olivo, árbol símbolo de la paz. La planta será bendecida por el papa Francisco.
Asistieron al encuentro funcionarios y colaboradores del Despacho de la Primera Dama, así como numerosos invitados de los ámbitos público y privado.
Primera Dama: unir voluntades
Montilla de Medina expresó que violencia que asuela el mundo va más allá de la guerra y el terrorismo.
Al mismo tiempo que esas tragedias modernas, agregó, se ejerce una violencia aún mayor y más extendida: la violencia de la injusticia social, el desamparo de los vulnerables, la xenofobia y el racismo.
También, la discriminación y subordinación de las mujeres, el abandono de los envejecientes y la falta de oportunidades sociales, políticas y culturales de un alto porcentaje de la población mundial.
“Este Encuentro Ecuménico por la Paz se propone como negación de todo esto. Su ecumenismo no se circunscribe a lo religioso. Alude también al ecumenismo social que, en su brega por la paz, planta cara desde la fe cristiana a los problemas de justicia y derechos humanos y sociales”, puntualizó la primera dama.
Exhortó a unir voluntades para avanzar en el camino de la paz, la tolerancia y el amor.
“Sé que lograrlo no es tarea fácil. Pero a ustedes y a mí misma, les repito las alentadoras palabras del papa Francisco: ‘Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz’.
Scholas Ocurrentes: Cultura de paz
Del Corral, director de Scholas Ocurrentes, se presentó que con una bata blanca ante el auditorio, porque así visten los docentes en su país Argentina, donde por 20 años acompañó al papa Francisco en la arquidiócesis de Buenos Aires.
“De educador a educando, preguntó: “si cuando ven un compañero que le hacen bullying, qué haces? Si te quedas callado estas destruyendo la paz. Cuando ya no creo en la educación estamos haciendo la guerra”, manifestó como parte de su tema “Como vivir en una cultura de paz”.
Expresó alegría por la iniciativa de apoyo de la primera dama a los programas de la organización.
“La paz es un don, pero también es una tarea de todos. La paz hay que construirla. El mundo hoy nos reclama paz.
Ministro: Educación inclusiva
El ministro de Educación habló sobre “La educación inclusiva y la cultura de paz”.
“Una buena educación está cargada de valores que auspicien esa cultura de paz. El sentido de respeto es una condición fundamental de una cultura de paz. El amor al prójimo es determinante para una cultura de paz”, expresó.
Entiende que la tolerancia y el amor son fundamental para construir una cultura de paz.
Colaboración y trabajo en equipo para la cultura de paz es un modelo que implementan en las escuelas, indicó.
Valoró la importancia y oportunidad de la actividad, tras precisar que un encuentro ecuménico es una expresión de amor y de respeto a la condición y creencias de los demás.
Monseñor Benito Ángeles: Don de Dios
Mientras que monseñor Benito Ángeles en su tema “La paz es un don de Dios y un compromiso de todos”, considera que el valor fundamental para que haya paz es respetar la vida humana.
“En la Biblia la palabra ‘paz’ se encuentra sin cesar asociada a la idea de bienestar, armonía, dicha, seguridad, concordia, salvación, justicia, como el bien por excelencia que Dios -el Señor de la paz- da y promete en abundancia”, recordó.
Pastor Raffy Paz: El Perdón
El secreto de mantener la familia en el orden de Dios radica en el perdón, manifestó el pastor Paz.
Al tratar “La formación cristiana en la familia”, estimó que se vive en una sociedad necesitada de concordia, por lo que se hace necesario que cada mujer, hombre y niño sea un ente de paz.
“La falta de perdón no solo destruye la paz que existe, sino que envenena nuestros corazones. La falta de perdón hace daño. Dios es la fuente de la paz que necesitamos. La verdadera paz solo puede existir cuando hay un verdadero orden. En ese orden de Dios real”, subrayó.