El servicio eléctrico mejoraría este fin de semana por aporte de 305 megavatios, tras coyuntura temporal de desabastecimiento; Gobierno pide comprensión a la población mientras busca alternativas.
La salida inesperada del sistema eléctrico de 300 megavatios de AES Andrés por la caída de un rayo tiene un impacto de repercusiones mayores tanto en costos como en desabastecimiento.
A lo que se agrega que la generadora Barahona Carbón, de 45 megavatios, y Cogentrix, de 300 megavatios, han anunciado salidas por mantenimiento programado. En total, el déficit será entre 500 a 650 megavatios.
Todo lo anterior obliga a una reprogramación de los apagones en frecuencia y duración, pues la perspectiva es que a partir de octubre el sistema sufriría un mayor desabastecimiento de energía, con los consecuentes aumentos del subsidio.
Esta lamentable situación se presenta luego de un periodo prolongado de cierta estabilidad y de mejoría creciente en el sistema eléctrico.
Como medida de emergencia para paliar el impacto, la Corporación Dominicana de Electricidad (CDEEE), junto a los demás representantes del sector eléctrico estatal, integrado por el Ministerio de Energía y Minas, la Superintendencia de Electricidad y la Comisión Nacional de Energía, anunciaron algunas acciones alternativas:
-Entrarán al sistema las generadoras San Felipe, con capacidad de 180 megavatios, y la unidad Haina Turbogás, de 95 megavatios.
-En forma adicional, se incorporarán al sistema la turbogás San Lorenzo de EGE ltabo con 30 megavatios, lo que completarían 305 megavatios para el sistema eléctrico.
Con esta inyección de energía adicional las empresas distribuidoras de electricidad Edesur, EdeEste y Edenorte podrán atenuar en parte el impacto causado por la salida de AES Andrés y de los 46 megavatios de Barahona Carbón, y la prevista por Cogentrix a partir de octubre.
No obstante, esta acción no impedirá la ocurrencia de interrupciones, aunque serán de menos duración y a determinadas horas de día.
De ahí que hay que seguir apelando a la comprensión de la población, ya que estas medidas implican un sobreesfuerzo del Gobierno, pues resultarán gravosas para las finanzas públicas.
Los 300 megavatios de AES Andrés eran comprados por contrato a razón de entre 8 a 10 centavos de dólar el kilovatio/hora, mientras que ahora las EDE deberán ir al mercado Spot en procura de esa energía a un costo más elevado.
Esto tiene un doble efecto negativo: se compra esa energía más cara y a la vez se presiona el mercado Spot, lo cual hace que el resto de la energía de ese mercado también aumente a un promedio de 16 a 18 centavos de dólar el kilovatio/hora.
Esto puede significar, por el momento, un incremento del subsidio eléctrico por el orden de los 30 millones de dólares mensuales, los cuales se agregan a los 200 millones de dólares en que aumentará el subsidio este año por las alzas del petróleo.
Recordemos que el presupuesto para el subsidio este año es de 425 millones de dólares, pero los altos precios del petróleo obligarán a buscar por lo menos 200 millones adicionales. Y de mantenerse la situación de desabastecimiento actual, se tendrán 30 millones de dólares mensuales adicionales, lo cual llevaría el subsidio eléctrico a por lo menos 715 millones de dólares.
Una precisión que hicieron ayer los representantes del sector eléctrico es que aunque AES Andrés alega fuerza mayor debido a que fue la caída de un rayo que inutilizó su planta, el Gobierno reivindica que los contratos de compra de energía con las generadoras no reconocen como evento de fuerza mayor aquellos que ocurren dentro de la planta, sino los que ocurren fuera de la misma que impiden servir energía, por lo tanto, los sobre costos ocasionados por este evento serían de responsabilidad exclusiva de la generadora.
Este es un punto importante en términos económicos, porque AES Andrés estaría gestionando una negociación con Seaboard (106 megavatios) para comprarle su energía y colocarla en línea mientras termina la primera parte de sus reparaciones, con lo que estaría cumpliendo parte de su compromiso contractual de suministro.
Los representantes del sector eléctrico del Gobierno están enfrentando esta situación puntual, por lo que han ofrecido una explicación detallada de lo que está ocurriendo, con el propósito de llevar confianza a la población de que se trabaja en buscarle una solución efectiva a los apagones.
El Gobierno tiene un plan de largo alcance para el sector
En la actual situación, que pone nueva vez sobre el tapete la debilidad de nuestro parque de generación y con ello la imperiosa necesidad de terminar los proyectos que están en desarrollo, hay que resaltar las medidas del Gobierno en estos seis años con relación al tema eléctrico.
Han sido seis años en los que en la República Dominicana se ha diversificado la matriz de generación de electricidad de una manera sin precedentes, ya que se prioriza la energía limpia y se está logrando más eficiencia.
Hoy en día, la base de generación que no depende de petróleo es de un 66.15%, mientras crece el empleo del gas natural, carbón, agua, viento y biomasa.
Para dar una idea de lo mucho que se ha avanzado, a principios del año 2000 la matriz de generación era 88% en base a combustibles fósiles, situándose hoy, según datos del Ministerio de Energía y Minas, en solo 33.55% la generación eléctrica que tiene dependencia del petróleo.
Incluso, la tendencia de esa dependencia del petróleo es a la disminución porque en este 2018 se tiene previsto que entren a operar cinco nuevos proyectos de generación de energía eólica.
Y para febrero de 2019 está prevista la entrada de la primera unidad de la Termoeléctrica Punta Catalina y se encuentran en ejecución nueve proyectos de energía limpia en Puerto Plata, Montecristi, Barahona y Peravia. Estos sumarán al sistema 409 megavatios adicionales de energía limpia y renovable.
En el caso de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, se trata de una apuesta prioritaria para el Gobierno, ya que implicará, entre otras cosas, llevar electricidad a la mayor parte del país de manera sostenible.
Estas dos plantas a carbón reducirán drásticamente la carga fiscal que representa el sector eléctrico y desplazarán a unidades que operan con costos muy altos en el sistema eléctrico.
Justamente, con las plantas que consumen derivados de petróleo se afecta la competitividad del país, y se hace imposible reducir la carga fiscal que el sector eléctrico ha representado y, sobre todo, el peso que provoca en los niveles de endeudamiento del país.
Punta Catalina permitirá una reducción drástica de la dependencia del país a los derivados del petróleo.
Es en atención a esa realidad que se asegura que con su entrada al sistema se podría ver una disminución de los precios.
El Gobierno también trabaja en la reducción de pérdidas, se han reducido del 35.5% en 2012 hasta un 29.9% el año pasado.
Solo en 2017 se iniciaron 61 nuevos proyectos para la rehabilitación de 100 circuitos, con una inversión de 370 millones de dólares.
Son todas acciones que expresan el cumplimiento de la promesa que hizo el presidente Danilo Medina de transformar el sistema eléctrico, para bridarle a la población un servicio de calidad, sostenible y a bajo costo.
En definitiva, en esta inesperada situación creada por la salida simultánea de varias plantas generadoras de electricidad, hay que apelar a la comprensión de la población por el desabastecimiento coyuntural.
Es momento de reiterar el compromiso del Gobierno de seguir buscando alternativas en procura de afectar lo menos posible a los sectores demandantes de energía eléctrica.