Una psicóloga del Hospital Traumatológico Ney Arias Lora al dictar una charla a estudiantes del politécnico Juan Pablo II Fe y Alegría, del Distrito Municipal La Victoria en Santo Domingo Norte, recomendó a las victimas superar el miedo y denunciar el acoso para romper el círculo y vínculo violento.
La actividad fue coordinada por la Gerencia de Servicio Social del Hospital Traumatológico Ney Arias Lora a cargo de la psicóloga Yeimy Jiménez, quien explicó que la violencia se define como algo ejecutado con fuerza que se lleva a cabo contra la voluntad de otra persona.
Asimismo, pidió a los maestros y los padres hacer un esfuerzo por enseñar a negociar, a perdonar, desarrollar autoestima solucionar problemas, promover convivencia basada en el diálogo con el alumno, la transmisión de valores a través de juegos, escucha, reflexión y respeto.
Manifestó que para construir la convivencia escolar como instancia de prevención de violencia es necesaria la construcción de lazos sociales, estrategia docente que incluyan una mirada a la equidad de género, los valores sociales y la democratización de los vínculos entre varones y hembras en un marco de convivencia escolar.
Existe violencia en el contexto escolar cuando hay transgresión brutal del orden escolar y de las reglas y costumbres de la vida en sociedad, se refiere a las diferentes clases de comportamiento en el ámbito escolar como son impertinencia, acoso, uso del lenguaje obsceno, burlas, violación marcada de los códigos de vestimenta, peleas, actos de vandalismo y robos.
Destacó que la escuela es una de las instituciones más importantes en la vida de una persona y que allí el niño debe estar protegido, pero que el hostigamiento y el maltrato verbal o físico entre escolares da pasos al bullying, lo que definió como un acoso sistemático que se produce reiteradamente en el tiempo por parte de uno o varios estudiantes acosadores a una o varias víctimas.
A los niños que participaron de las charlas les expresó que no es correcto hacer bullying a los demás compañeros “porque no se sabe el nivel de autoestima que tiene una persona y el daño que se le puede causar.
La especialista precisó que lo que para una persona puede ser un juego para otra se convierte en un serio problema que termina en depresión.
Dijo que el bullying implica tres componentes, un desequilibro de poder entre el acosador y la víctima, destacando que el desequilibrio puede ser real o solo percibido por la víctima.
El segundo componente es que la agresión se lleva a cabo por un acosador o un grupo que intenta dañar a la víctima de un modo intencionado, mientras que en el tercero existe un comportamiento agresivo hacia una misma víctima que se produce de forma reiterada.
Entre los efectos y consecuencias están los psicológicos, evidente baja autoestima, enojo, actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos como dolores de cabeza, nerviosismo, temblores, bajo rendimiento escolar, dificultad para aprender, depresión, ansiedad y pensamiento suicida.
Manifestó que para construir la convivencia escolar como instancia de prevención de violencia es necesaria la construcción de lazos sociales, estrategia docente que incluyan una mirada a la equidad de género, los valores sociales y la democratización de los vínculos entre varones y hembras en un marco de convivencia escolar.
Existe violencia en el contexto escolar cuando existe transgresión brutal del orden escolar y de las reglas y costumbres de la vida en sociedad, se refiere a las diferentes clases de comportamiento en el ámbito escolar como son impertinencia, acoso, uso del lenguaje obsceno, burlas, violación marcada de los códigos de vestimenta, peleas, actos de vandalismo y robos.
Violencia Intrafamiliar
Asimismo precisó que la violencia intrafamiliar tiene lugar en cualquier hogar y suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas: “Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde episodios de celos toman protagonismo para luego dar paso a. faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad”.
Explicó que en la segunda fase es en la que se produce el episodio de violencia, donde esta se manifiesta a través de golpes de manera habitual.
La última etapa de la violencia intrafamiliar es la que se conoce por el nombre de “Luna de Miel”, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento y la víctima cree que cambió y lo perdona.
La psicóloga explicó que los maltratadores son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan ese estado a través de la agresividad.
Dijo que se muestran seguras de sí mismas e incluso aparentan ser altivas, sin embargo bajo esa imagen que se crean, se esconde una persona que suele tener problemas de autoestima.
Agregó que necesita humillar y acometer la sumisión de la otra persona para sentirse bien y superiores.