Acabo de hacer un viaje interplanetario, y en el lugar que visité, llamado California (que sería perfecto, como dicen los californianos, de no ser por las imposiciones de una minoría gringa) impera el absurdo: se respeta el semáforo, no ves basura ni imaginariamente y a nadie se le ocurre mearse en la calle, robar luz o escandalizar en la vía pública. Inevitablemente llegué a una conclusión: el modelo ideal de sociedad, como diría Danilo, es la sociedad dominicana, donde no hay leyes ni autoridad que las haga respetar. (Es que pensamos que los anarquistas tenían razón: ¿Para qué tener un Estado, si se puede vivir en la barbarie?).