El historiador Manuel Núñez consideró que deben replantearse las reglas para permitir la inmigración haitiana hacia el país, estableciendo que se contemple una reciprocidad que conlleve la presentación de visado, carta de trabajo, de no delincuencia y la no existencia de enfermedad contagiosa.
Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 5:00 a 6:00 de la tarde, por Santo Domingo TV, se mostró partidario de que se establezca un tipo de reciprocidad con el tema de la inmigración haitiana.
Indicó que Haití tiene sus reglas para permitir que un ciudadano entre a su país, entre ellas una cuenta bancaria, pasaporte, visado, un certificado de no enfermedad contagiosa, un certificado de no delincuencia, un seguro médico y una carta dirigida al Ministerio de lo Interior, que puede rechazarla o admitirla.
“Entonces, si ellos exigen todas esas cosas porqué cuando nosotros exigimos las mínimas se califica como racismo… ¿Por qué si nosotros le exigiéramos eso, fuera racismo por parte nuestra?, se preguntó Núñez.
Precisó que el país debe exigir exactamente porque las leyes migratorias se hacen para proteger al país que acoge la avalancha humana que puede significar una inmigración.
Núñez estimó que en el país existe alrededor de más de un 15% de inmigrantes ilegales haitianos, si se calcula que hay más de un millón de personas.
Observó que si los Estados Unidos plantea la construcción de un muro con un 3% de inmigración ilegal porqué República Dominicana no puede hacer lo mismo con un 15% de la misma.
Calificó la inmigración haitiana como negativa porque a su juicio desnacionaliza la agricultura, la construcción y los servicios, fenómeno que crea todo un sistema de inestabilidad y los pobres se tornan más pobres en el país.
El historiador argumentó que la situación hace que crezcan otros problemas sociales en el país.
“Crece la delincuencia, el mecanismo de supervivencia de los dominicanos ha sido anulado, crece la prostitución, crece el narcotráfico, crece todo lo que es la inmigración ilegal hacia otras tierras”, subrayó.
El intelectual sostiene que la inmigración haitiana contribuye con el crecimiento de la desesperanza y se fractura la familia nacional. Núñez manifestó que todo eso lo trae aparejada la inmigración, cuando la gente se queja del estado de seguridad y desamparo.
“La inmigración puede ser positiva y puede ser negativa, no soy dogmático en el sentido de cuál va a ser el criterio”, sostuvo.
“Cuando una inmigración desnacionaliza el empleo, destruye las conquistas sociales del pueblo original, que es el pueblo dominicano, se convierte en una amenaza internacional desde el punto de vista de que mantiene el país en una zozobra permanente de denuncias, tratando de arrebatarle a los dominicanos su derecho a la autodeterminación”, argumentó.
Núñez sostuvo que cuando una persona va a un hospital a buscar atención, resulta que la cama está ocupada por una parturienta o un enfermo extranjero.