El joven asegura que su madre, Marlin Martínez, tampoco es culpable porque cuando sucedió el hecho estaba en Santo Domingo.
San Francisco Marlon Martínez, principal imputado del asesinato de la adolescente embarazada Emely Peguero, dijo este miércoles que quiere que en el caso se haga justicia, pero como dice la ley
“Solamente quiero añadir una sola cosa, yo quiero que se haga justicia, pero como dice la norma, como dice la ley, no como todo el mundo quiere”, sostuvo al tomar un turno en la audiencia del juicio de fondo caso, que sigue el Segundo Tribunal Colegiado de San Francisco de Macorís.
Martínez insistió que su madre, Marlin Martínez, no está involucrada en asesinato de la adolescente, quien era su novia.
“También no hay ninguna posibilidad alguna de que mi mamá esté involucrada en esto”, dijo.
Aseguró que el día en que sucedió el hecho su mamá estaba en Santo Domingo con la abuela de Emely Peguero.
Martínez dijo que la relación entre él y Emely era con el consentimiento de los padres de ella. Explicó que cuando la menor quedó embarazada “los dos estábamos bastante nerviosos” y que una de las razones era por la reacción que tendría el madre de Emely, Genaro Peguero.
Aseguró que le dijo a la madre de la adolescente asesinada que él se iba a hacer responsable del embarazo.
El imputado dijo que Emely le comentó que quería que él fuera con ella a buscar los resultados de unos análisis que ella se hizo y afirmó que él no rehusó hacerlo.
Marlon afirmó que Emely le dijo que se tomó una pastilla que él desconoce, porque ella le indicó que no soportaba los malestares y los pensamientos que le llegaban a la mente.
“Ella me había comentado, ya cuando yo estaba en mi casa, que no soporta los malestares que le daban, todos los pensamientos que le pasaban por encima y, de acuerdo a eso, me dijo que se tomó una pastilla, no sé de qué”, sostuvo.
Agregó que de camino a San Francisco de Macorís, a buscar esos resultados, Emely se sentía mal, le comunicó a él que ella se equivocó del día cuando debía buscarlos y que convinieron en dirigirse al apartamento de su madre, Marlin Martínez, para conversar en privado sobre la situación, porque no habían tenido oportunidad de hacerlo.
Sostuvo que el apartamento quedaba en un cuarto piso, el ascensor no funcionaba, Emely tenía dificultad para subir las escaleras por su estado de embarazo.
Dijo que al entrar al apartamento ella se sentía mareada y que la llevó a una habitación.
“Me dijo que le llevara un poco de agua, voy a la cocina y le busco un vaso de agua, cuando regreso trato de darle el agua, ella se encontraba muy nerviosa y estaba sudando”, sostuvo.
Marlon indicó que pasado un tiempo, ella no se sentía bien, estaba temblando y sudando y él se percató de que ella sangraba “por su parte íntima”. Dijo que él se puso nervioso, la cargó y la llevó al baño donde le echó agua, después la llevó a la cama y ésta no se movía.
“En ese momento quedé en blanco y no supe que hacer, a quien llamar (..), me quedé paralitico. Solamente me senté en el suelo y duré 15 minutos o 10 mirando”, agregó.
En un momento de su relato, Marlon bajó su cabeza y dijo que no podía seguir con la declaración.
El Ministerio Público ha solicitado que Marlon fuera condenado a 30 años de prisión por asesinato, y para Marlin se pidió la pena de 20 años, acusada de complicidad.