Washington, 25 oct (PL) El secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, podría firmar hoy una orden para enviar otros 800 militares a la frontera sur, con el objetivo de ayudar a la Patrulla Fronteriza a frenar la caravana de migrantes.
De acuerdo con reportes de varios medios norteamericanos, Mattis está respondiendo a una solicitud del presidente Donald Trump, quien este jueves escribió en Twitter que sacaría 'el servicio militar' para detener al grupo, que él ha calificado de emergencia nacional.
Tres funcionarios de la administración informaron a la televisora CNN que se están arreglando detalles finales como el lugar del que provendrán las tropas y sus tareas específicas.
Aún no está claro si todo o parte del nuevo despliegue estará integrado por fuerzas de la Guardia Nacional o soldados en servicio activo.
Los militares no participarán en operaciones letales para detener a los migrantes; en cambio, se espera que proporcionen cercas, materiales de pared y otro soporte técnico en varios puntos clave a lo largo de la frontera por donde se cree que esas personas podrían intentar cruzar, indicó el medio.
Esas tropas también proporcionarán tiendas de campaña y atención médica a las autoridades fronterizas, que serán las encargadas de detener físicamente la migración ilegal, dijeron los funcionarios.
Tal despliegue es independiente de los dos mil 100 soldados de la Guardia Nacional que se encuentran en los límites de este país con México para apoyar a la Patrulla con asistencia técnica.
Desde la semana pasada Trump manifestó su intención de enviar fuerzas militares para reforzar la frontera sur mientras el grupo de miles de migrantes avanzaba por naciones centroamericanas y México con destino a Estados Unidos.
La caravana se encuentra en territorio mexicano y funcionarios de la administración estadounidense dijeron que no permitirán al grupo entrar a este país.
Una estrategia del jefe de la Casa Blanca para condenar esa acción ha sido presentar al grupo, en el cual viajan hombres, mujeres y niños que huyen de la pobreza y la violencia, como una amenaza para la seguridad nacional, al manifestar que dentro del mismo hay delincuentes y personas del Medio Oriente.
Además de advertir a los migrantes que no crucen la frontera sur, el jefe de Estado amenazó a Honduras, Guatemala y El Salvador con retirarles los fondos de asistencia si sus nacionales continúan la marcha.