¿Qué es lo que más me ha impresionado del primer viaje de Estado de un presidente dominicano a China?
El trato de respeto que una potencia del primer mundo ha dispensado a la República Dominicana, en la persona de su presidente, Danilo Medina Sánchez, que desde la llegada al aeropuertos de Beijing, de los más importantes del planeta, se sintió que había llegado alguien que le importaba a los chinos;todo se paralizó para permitir el desabordaje y la salida expedita hacia el hotel del primer mandatario dominicano y la delegación que lo acompañaba, con el doble de empresarios que de funcionarios públicos.
En todos los trayectos de la visita de Estado, la enseña tricolor que simboliza el sueño duartiano de una nación soberana, República Dominicana, se enseñoreba junto a la china entre cada dos postes de luminarias eléctricas.
Si hermosa fue la reverencia que el jefe de Estado dominicano rindió a los héroes chinos de 1949, en el Monumento los Héroes del Pueblo en la Plaza de Tiananmen, así como a los de la guerra chino japononesa; la cortesía china no se queda por detrás porque tanto el presidente Xi Jinping como el primer ministro, sostuvieron reuniones bilaterales con el presidente dominicano, al que el líder chino dispensó un diálogo privado de hora y media, que se amplificó en una cena de gala, ofrecida por el gobernante de China, para el presidente Medina, funcionarios de ambos países,y, empresarios chinos y dominicanos.
Dos revoluciones, una complementaria de la otra, se respira en el ambiente que emana Beijing, altamente contaminado por el moho del progreso, pero buscando y logrando soluciones para revertir la pobreza y alcanzar desarrollo pleno: La del gran timonel, Maog Zedong, cuyo mausoleo atrapa la nostalgia histórica de las utopías redentoras abrazadas en el pasado; y la de la gran transformación impulsada por Deng Xioping.
Danilo Medina, en sus discursos frente al jefe de Estado y al jefe de gobierno chinos, quiso dejar establecido que la decisión de instaurar relaciones diplomáticas con China, no había sido sacada de un sombrero de magos, recordó que el lider fundador del PLD el profesor Juan Bosch visitó China en 1979, planteando lo mismo que a él le ha tocado reconocer en el gobierno, que sólo existe una China y que la isla de Formosa, es parte de ella.
La visita no quedará como un espacio de expresión de buenas intenciones, fue aterrizado en 18 convenios bilaterales con noticias impactantes para las hojas de tabaco dominicano y muchos otros frutos de nuestra agropecuaria; para el turismo que ha de ser uno de los grandes beneficiarios de los propios tratados al derribar obstáculos de visado, y los acuerdos en materia de aeronáutica, así como en materia de aduanas, Haciendas y comercio de distintas mercancías.
Estados Unidos ha llamado a ser precavido con China, argumentando que prometen muchas cosas que no cumplen.
Pero China a su vez se ha esmerado en reflejar que los apoyos que está ofreciendo no son anotados en hielo, y todo parece indicar que el país se ha aplicado en demostrar con tratamiento a República Dominicana, plena disposición de honrar sus sus compromisos.
La importancia que Xi Jinping ha dado a la visita oficial del presidente dominicano, es un mensaje para sus propios funcionarios, quiere que las cosas operen con eficiencia.
Precisamente, hay una enseñanza de Mao, que Medina ejercita: luchar con ventaja, con razón y sin sobreponerse.