Desde julio del 2004, hace 14 años, asumí a Jesús como Señor y Salvador de mi vida y durante todo ese tiempo he sido parte de la iglesia Cristiana Palabras de Vida. La decisión de entregar mi corazón a Jesús, fue el resultado de un proceso de búsqueda de la verdadera razón de mi existencia y de comprender que, como dice Mateo 6:33, debemos buscar primero el reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura.
Cuando llegue a los pies de Jesús venía de una militancia revolucionaria y socialista de más de 25 años. Es decir, venía del ateísmo y de la no valoración de la significación de Dios. Asimismo, llegaba a la iglesia cristiana que me acogió con muchas interrogantes, con muchas preocupaciones, con una situación familiar muy complicada tanto con mis hijas como en mi matrimonio, y con un deseo irrefrenable de transformar mi vida por completo.
Dios es perfecto y comprendió mi situación. Me colocó bajo el cuidado y dirección de un pastor excepcional, un hombre de Dios ejemplar, digno, honrado, solidario, profundo conocedor de la Biblia y un soporte especial para todas sus ovejas en ese proceso tan hermoso pero tan complejo, de caminar por el evangelio. Ese pastor es Raffy Paz.
El pastor Raffy Paz no sólo ha sido un gran guía y maestro en mis pasos cristianos, sino que ha sido soporte y columna fundamental para ayudarme a enfrentar todos los problemas y situaciones personales y familiares que me atormentaban. Sus consejos, sus orientaciones, su solidaridad, su amor y su entrega desinteresada por mí y por mi familia, han sido claves para que las bendiciones de Dios lleguen a nosotros y para que hoy estemos transitando la ruta más hermosa y más placentera de toda nuestra historia: La ruta de Jesús.
El pastor Raffy ha sido hermano y amigo solidario. Ha sido consejero y guía. Ha sido modelo y estímulo para actuar con criterio correcto, íntegro y honesto en todas las áreas de mi vida, como parte de la iglesia, como profesional de los medios de comunicación, como empresario, como esposo, como padre, como hijo, en fin, como un ser humano completo.
El pastor Raffy es de los líderes que modelan y enseñan con el ejemplo. El nunca exige a los demás lo que él mismo no pueda dar. Sus enseñanzas y sus consejos son los de un padre que ve en sus hijos la arcilla para modelarla conforme al corazón de Dios. Y al igual que Jesús, nunca te obliga a nada, te invita a ser honesto y entregado, a ser humilde e íntegro, a ser solidario, a estudiar permanentemente la palabra de Dios y nunca maltratar a los demás. Y todo eso, lo enseña con su propio ejemplo.
En esta semana nuestra iglesia celebra el Día de Apreciación Pastoral, donde valoramos la entrega, el sacrificio y la bondad de nuestros pastores. Y yo he querido públicamente expresar a mi pastor Raffy Paz, el profundo agradecimiento que llevo en mi corazón por todo lo que él ha sembrado en mí, por todo lo que me ha enseñado y por cuanto ha amado a mi familia y a mí.
Gracias del alma, pastor Raffy, que Dios lo siga dirigiendo, bendiciendo y prosperando por siempre…
Euri Cabral
Economista y Comunicador
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