En las redes sociales abundan ignorantes y resentidos que expresan cualquier barbaridad, y es igual que si no dijeran nada, porque solo encuentran eco entre sus semajantes, lo penoso es que al galloloquismo se sumen políticos que dicen procurar el bienestar de su país y cuestionan al Presidente porque va a las plataformas internacionales a proyectar las fortalezas, y no las debilidades y carencias del país.
Como la única expectativa de ver si pudieran pescar en mar revuelto está en el caos, quisieran que la cabeza del país, en escenarios como el de la China Internacional Import Expo, fuera a pedir que el que busque destinos para sus inversiones vaya a otro lugar y no a la República Dominicana, porque aquí no hay seguridad jurídica, y nos agobian la miseria, el pesimismo y la corrupción. Es decir que en vez de empujar el país hacia adelante, provoque mayor retraso y desesperanzas.
Es por eso que cuando reproducen cualquier información, es para resaltar aspectos negativos, que no deben ocultarse si el interés es que se superen, pero es verdad que no se llega lejos solamente descalificando. La vida es una sola, y hay que mejorarla cada día. La oportunidad de progresar que un dominicano no alcance en la actualidad, si le llega el futuro tiene una vida más corta para disfrutarla, y si no le llega nunca, mayor inequidad.
Lo que no debe hacer un mandatario en ningún escenario es mentir, todas las informaciones que ofrezca deben ser comprobables y avaladas por agencias fiables. Y, en época de paz la política exterior no tiene mejor objetivo que servir de porta estandarte de los sectores productivos.
No sé por qué deba irritar que el presidente de la República diga a potenciales inversores que el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, el país mejoró 22 posiciones al pasar en un año del lugar 104 al 82, reflejando un claro esfuerzo en eficiencia y transparencia.
Que en los últimos 50 años ha experimentado un crecimiento sostenido de 5.5% del Producto Interno Bruto que en los últimos seis años ha sido de 6.2%.
¿Es falso que República Dominicana tenga 80 mil habitaciones hoteleras que en el año se mantienen con más de un 77% de ocupación? ¿Es falso que cuente con 73 parques industriales de zonas francas con 165 mil empleos directos y una generación de 5,600 millones de dólares anuales?
¿No es importante que alguien que quiere invertir en RD sepa que el país tiene 48 tratados de libre comercio que incluyen a los Estados Unidos y la Unión Europea, además de que ahora abre nuevas oportunidades de comercio con China?
¿No es la dominicana una democracia estable, con una tasa cambiaria que no da saltos sorpresivos, y que ha logrado crecimiento sostenido con inflación moderada?
¿No es verdad que este país recibía a inicios de los noventa poco más de un millón de turistas, y al 2017 sobre los siete millones y medio, con 6% de incremento de cruceristas; y, cuenta con los mejores campos de golf de toda el área?
¿No tiene doce puertos, nueve aeropuertos, tres de ellos conectados a una hora uno del otro por una moderna autovía?
¿No experimenta un auge en su producción agropecuaria, imantada por la demanda internacional de productos como café, cacao, tabaco, azúcar, piñas, entre otros?
De esas cosas, habló Danilo en China.