Las predicciones de los organismos mundiales particularmente el Banco Mundial es que China se convierta en el 2030 en la Primera Economía Mundial, superando a Estados Unidos de Norteamérica.
La mediación se hace partiendo del Producto Interno Bruto (PIB) a paridad del nivel del poder adquisitivo.
Las autoridades chinas decidieron reajustar sus políticas macroeconómicas tras el proceso de desaceleración que le impactó en el 2014, ocasión en que el actual presidente Xi Jinping optó por tomar los correctivos de lugar.
Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan que el PIB del gigante asiático creció en el 2016 un 6.7%, su ritmo más lento en los últimos veinticinco años.
La estrategia de los líderes chinos fue transitar de un modelo basado en exportaciones e inversiones a uno que incentive los servicios y el consumo interno. Se pronostica entonces que para 2030, el sector terciario represente el 70% de su PIB total y que su creciente clase media genere el consumo más alto del mundo, estimado hasta en 6 billones de dólares.
Las cifras del Banco Mundial dicen que con 18 billones de dólares y un crecimiento anual de 1.6% en 2016, el valor de la economía de Estados Unidos representa actualmente la cuarta parte global. Su PIB supera por 7 billones de dólares al chino, el cual se ubica en 11 billones de dólares, simbolizando el 6% en todo el mundo.
En las calles y avenidas de las principales ciudades de la República Popular de China el visitante puede apreciar los cambios vertiginosos alcanzados en los últimos veinte años, por ejemplo, en materia de nuevas infraestructuras y del creciente poder adquisitivo de la clase media.
La Ruta de la Ceda: ¿impacto de la economía china?
El ambicioso proyecto sigue en marcha y aunque fue iniciado originalmente en el siglo I antes de Cristo, es ahora cuando se ha retomado con mayor fuerza y decisión.
¿Estados Unidos es consciente del impacto que tendrá para la economía mundial la Ruta de la Seda?
La República Popular de China que auspicia esa monumental infraestructura vial y marítima sí lo está desde que la inició cuando todavía el sistema de transporte era rudimentario.
Desde 1872, Estados Unidos de Norteamérica fue líder económico mundial, ahora es la República Popular de China, quien no para de crecer y se pronostica que en 2030 podría convertirse en una hiperpotencia.
Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) expresan que el PIB chino en 2013 alcanzaba los 16,15 billones de dólares y el de EEUU, que ha sido la primera potencia del planeta desde que superó a Reino Unido en 1872, superaba esa cota para escalar hasta los 16,77 millones de dólares. Un año después, el escenario cambia: China suma 17,632 billones y EEUU, 17,416 billones, en un nuevo orden mundial que se mantendrá al menos durante el próximo lustro.
Para el 2019, el FMI prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de China ascenderá a 26.9 billones de dólares y el de Estados Unidos de 22.1 billones.
La tasa de crecimiento del gigante asiático en ese año será de 6,3%, según el pronóstico del organismo financiero mundial.
La Universidad de Chile ha realizado un estudio sobre el impacto que tendrá en la economía mundial la denominada “Ruta de la Seda” impulsada por China.
Mega Infraestructura
El presidente chino Xi Jinping está convencido de que esa Mega Infraestructura vial y marítima convertirá a su país en una superpotencia a nivel planetario.
“Desde septiembre de 2013 el gobierno de la República Popular China, encabezado por el Presidente Xi Jinping, se encuentra impulsando la iniciativa "Un cinturón, una ruta", una serie de grandes inversiones en infraestructura comercial que abarca 65 países en Asia, Europa y América Latina, estimada en 1 billón de dólares, a la que se suman proyectos de desarrollo en materia educacional y salud, entre otros. Es la gran apuesta del liderazgo chino, reafirmado en el reciente décimo noveno Congreso Nacional del Partido Comunista, por transformarse en una potencia mundial, desplazando a Estados Unidos de cara al centésimo aniversario de la Revolución en 2049”, dice la investigación de la Universidad de Chile.
Es un proyecto de inversión de grandes proporciones que busca modernizar la infraestructura comercial vial, ferroviaria, portuaria, aeroportuaria y energética en 65 países en diferentes continentes, y que se estima contará con fondos de hasta un billón de dólares.
El profesor Mario Matus de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile entiende que la apuesta de las autoridades chinas en modernizar y ampliar las áreas portuarias es correcta.
Ello permitirá abrir las puertas de las exportaciones masivas de China hacia cada uno de los países que impactará la Ruta de la Seda, fortaleciendo de ese modo el comercio bilateral desde Asia, África, Europa y América Latina.
No olvidemos que desde aquellos tiempos de Marco Polo las travesías marítimas han sido determinantes para la expansión y desarrollo del comercio internacional.
En los actuales momentos del complejo panorama de la geopolítica mundial, es lógico que las superpotencias luchen intensamente por controlar los espacios marítimos que sirven de canalización a sus importaciones y exportaciones comerciales y lógicamente una base fundamental de seguridad y dominio estratégico.
De hecho, la República Popular de China promueve además una serie de inversiones millonarias de infraestructuras y de equipamientos militares en varias Islas Artificiales en las costas de Asia-Pacifico, que sigue construyendo pese a las fuertes críticas de Washington.
El vicepresidente chino, Wang Qishan, hizo una gira por el Medio Oriente, con estadía de 4 días en Israel, donde suscribió varios acuerdos, previendo que en 2 años China controlará la mayor parte del mercado agroalimentario israelí, así como la alta tecnología y los intercambios internacionales de Israel. El paso siguiente debería ser la conclusión de un acuerdo de libre comercio. Todo eso modificará radicalmente la geopolítica regional, según conocedores de los asuntos asiáticos y del oriente medio.
Advertencia del Pentágono
Un informe oficial reciente del Pentágono advierte de la creciente amenaza militar del Ejército chino, que mejora sus capacidades nucleares y gana posiciones fuera de sus fronteras.
«En los últimos tres años, el Ejército chino ha ampliado sus áreas de operaciones para bombardeos sobre el mar, con mayor experiencia en regiones marítimas clave y posiblemente entrenando para ataques contra objetivos de EE.UU. y sus aliados», reseña un reportaje del diario español ABC.
Con anterioridad, Michael Collins, un alto funcionario de la CIA en Asia, advertía que China busca reemplazar a EE.UU. como gran potencia mundial, que ha desatado una nueva «guerra fría» contra Washington y que es la mayor amenaza militar actual, por encima de Rusia.
Para los estudiosos del ámbito internacional esos planteamientos mueven la atención, y deberán ser seguidos minuciosamente para saber con precisión hacia dónde nos conducirá la actual correlación de fuerza entre las principales potencias que controlan este planeta.
Jueves, 15 de noviembre del 2018