Así lo establece un estudio del MICM basado en la recién establecida relaciones diplomáticas con el gigante asiático.
La decisión del Gobierno de establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China, es atinada y conveniente, pero los beneficios para los dominicanos no vendrán por donación, sino por la apropiación de financiamiento y la transformación del tejido productivo para poder aprovechar ese inmenso mercado de la segunda potencia económica del mundo.
Esa es la conclusión a la que llega Juan Tomás Monegro, viceministro de Desarrollo Industrial del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, en el documento “Sobre el intercambio comercial dominico-chino y el reto de impulsar la transformación del tejido productivo en República Dominicana, de reciente publicación en el portal digital de la institución (www.micm,gob.do).
“El gran reto para el país estará en el intercambio de mercancías, donde el balance que tenemos es muy en contra. Recortar brecha en estos términos pasa por impulsar la transformación del tejido productivo de República Dominicana”, expone Monegro, de acuerdo a una nota de la Dirección de Comunicaciones del MICM.
Considera que por lo visto en otros casos, con la relación diplomática con China “habrá propiciación de fondos para financiamiento al desarrollo en modalidad de préstamos concesionales y no concesionales, mayor flujo de inversiones directas, flujo de turismo y, también, un resto marginal de cooperación técnica no reembolsable”.
Al examinar las características del intercambio bilateral de mercancías, el estudio señala que actualmente China tiene una clara ventaja frente a República Dominicana porque las importaciones desde el gigante asiático son 30 veces superiores a las exportaciones hacia aquel mercado.
Igualmente, establece que existe una alta diversificación de las exportaciones chinas a República Dominicana, lo que se explica porque 11 productos o líneas arancelarias representaron el 69% del valor de las importaciones procedentes de China, lo que es revelador del alto grado de diversificación de las mismas.
En cambio, es poca la diversificación de las exportaciones dominicanas hacia China, puesto que 11 productos o líneas arancelarias representaron casi la totalidad del valor de las exportaciones realizadas por República Dominicana hacia el mercado chino.
Manifiesta que también se registra una alta disparidad en grado de transformación, porque alrededor de 4 de cada 5 dólares del valor exportado por República Dominicana hacia China “son materias primas o productos de bajo grado de transformación, mientras que la totalidad de los productos que República Dominicana importa desde China son ya industrializados”.
Monegro plantea que ante esas características del intercambio comercial, el desafío para República Dominicana “es cómo hacerle para transformar el resultado que se viene dando desde tiempo atrás. Resultados que tienen tras de sí diferencias enormes, en tamaño y calidad, entre los tejidos productivos respectivos, particularmente, entre sus industrias. Hay brechas enormes que, recortarlas, demandan más y mejor desarrollo de la matriz productiva de República Dominicana”.
Al aportar datos sobre el intercambio bilateral entre República Dominicana y China, el funcionario afirma que en el período 2001-2017, “el comercio bilateral (exportaciones + importaciones) se multiplicó por 47 veces, gracias al crecimiento de las importaciones procedentes de China, principalmente”.
Sostiene que las exportaciones de República Dominicana hacia China nacieron a inicios de la década pasada, pasaron de una media de 10 millones de dólares en el quinquenio 2001-2005, a promediar 146 millones de dólares en el quinquenio 2013-2017.
“Sin embargo”, apunta Monegro, “durante el mismo período, las importaciones procedentes de China pasaron de 202 millones de dólares en el primer quinquenio de la década pasada, a una media de 2,326 millones de dólares durante el quinquenio 2013-17”, lo que consideró “un crecimiento impresionante”.
Ilustra que en el período de referencia, República Dominicana realizó exportaciones hacia China por un valor de 3,135 millones de dólares , mientras que las importaciones del país procedentes de China sumaron 21,312 millones de dólares, lo que representa un volumen siete veces mayor.
“Este desempeño contrastante ha originado un déficit creciente y sostenido en las relaciones comerciales de la República Dominicana con la segunda economía más grande del mundo”, concluye Monegro.
Puntualiza que el balance comercial con el país asiático ha sido creciente y sostenidamente deficitario para la economía dominicana: “Sumó más de 19,000 millones de dólares en 17 años, pasando de -0.7% durante el primer quinquenio de los noventa, a una media de -3% durante el 2013-17. En el 2017, el déficit comercial de República Dominicana respecto de China significó el 3.3% del PIB”, agrega.
El déficit comercial de República Dominicana en 2017 (-14.1% respecto del PIB) consiste en 37% en la relación comercial con Estados Unidos; 23% con China, y 40% con el resto del mundo, lo que a juicio de Monegro refleja que “el crecimiento del déficit comercial con China ha sido galopante”.