Haití se mantiene en medio de un ambiente tenso, domininado por el caos y el miedo, al entrar en su tercer día de protestas contra la corrupción y la impunidad. Los manifestantes piden que sean traducidos a la justicia a quienes desviaron los fondos de PetroCaribe.
Ante los acontecimientos violentos las autoridades dominicanas han dispuesto el reforzamiento de la frontera, para evitar el acceso masivo que pudiera ocurrir de haitianos que huyen de la situación prevaleciente.
El comercio, escuelas, transporte colectivo e instituciones públicas permanecen cerradas, lo que no ocurre en algunas áreas de Puerto Príncipe donde se reanudan tímidamente las actividades, y se notan un número mayor de vehículos en comparación con el lunes, establece un despacho de Prensa Latina.
La agencia reporta que las autoridades policiales informaron que en la madrugada de este martes se registraron enfrentamientos entre las fuerzas especializadas e individuos no identificados en Limbe, en el norte del país, y aún trabajan para garantizar la seguridad.
También informa que en zonas como Cabo Haitiano (norte), La Saline y Bon Repos (oeste), están siendo atacados los vehículos de primero auxilios. La agencia se hace eco de declaraciones del Centro Nacional de Ambulancia, Harold Louis a Radio Televisión Caraibes.
Un conductor de ambulancia fue severamente golpeado, y actualmente recibe atención médica en un hospital de la capital. Harold Louis pidió a la población facilitar el transporte de emergencia a los pacientes heridos.
Los opositores que promueven la huelga han rechazado el llamado a diálogo por considerarlo demasiado tarde.
El mundo.es reporta que el balance oficial de los disturbios violentos que tuvieron lugar el domingo pasado en Puerto Príncipe y en las ciudades más importantes arroja al menos seis personas muertas y otras cinco heridas, aunque la oposición asegura que las víctimas mortales superan la decena y los heridos se acercan al medio centenar.
Según la presidenta del partido Fusión, Edmonde Beauzile, solo está dispuesta a sentarse con el jefe de Estado para plantear su salida de poder, y subrayó que 'urgentemente las fuerzas se reunirán para encontrar una alternativa común para manejar la transición'.
Las protestas del domingo dejaron un saldo de unos tres fallecidos, según las autoridades nacionales, mientras otras cinco resultaron heridas y 23 fueron arrestadas. Sin embargo la oposición señaló que el número de muertes se elevó a 11, se lesionaron unas 45 personas y las fuerzas del orden detuvieron a otras 75.
La víspera, el presidente haitiano se reunió con los líderes del poder Judicial y Legislativo, para analizar la situación del país, y acordaron continuar el diálogo con los diversos sectores, así como intensificar los programas de 'apaciguamiento social' y encontrar la armonía necesaria para un mejor funcionamiento del Estado.
El diario español elmundo.es resalta que Haití, pese a convivir en la misma isla que República Dominicana, no es capaz de subirse al crecimiento económico y social que vive su vecino. Basta con cruzar la frontera para comprobar las enormes diferencias entre uno y otro. Como si el desastre humano no fuera suficiente, Haití también es un país de vegetación esquilmada, sin bosques ni árboles. La deforestación avanza de forma incontenible, aunque ya no le queda mucho por devorar.