En esta semana el ministro de Cultura, Eduardo Selman, anunció la decisión del gobierno dominicano de invertir unos 757 millones de pesos para remodelar las instalaciones de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte “para readecuarla a los tiempos modernos que vive la muserografía”.
Según expresó el ministro Selman, esta decisión del gobierno conlleva el acondicionamiento de los museos de Arte Moderno, del Hombre Dominicano, de Historia y Geografía, la Sala Manuel Rueda, así como la pared protectora de todo el entorno de la plaza y los elementos principales de su parte interior.
Esa es una decisión correcta, necesaria atinada, conveniente y que debió haberse tomado hace mucho tiempo. Quienes visitamos o hacemos actividades en algunas de las instalaciones que están en buenas condiciones en la plaza, como la Biblioteca o el Teatro Nacional, constatamos de manera permanente el gran descuido y deterioro que tiene en sentido general.
La Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte fue inagurada por el presidente Joaquín Balaguer en la década de 1970, como un espacio donde se concentra la mayor parte de los museos históricos e instituciones de trabajo cultural. En estos casi 50 años de existencia, sólo el Teatro Nacional y la Biblioteca han tenido remodelaciones importantes, las demás instituciones están en condiciones muy difíciles. Algunos de los museos ha pasado por situaciones críticas como el de Historia y Geografía que fue cerrado en el 2005 por la infestación de hongos, y el de Historia Natural que debió ser cerrado en 2004.
Algunos intelectuales e investigadores culturales han manifestado que el hecho de que cada año se esté celebrando la Feria del Libro en el espacio de la plaza, ha influido en ese proceso de deterioro de las instalaciones y de su entorno. Por lo que a partir de esta remodelación y esta inversión tan amplia, el Ministerio de Cultura debe tomar en consideración esos criterios críticos y evaluar la posibilidad de que la Feria del Libro sea trasladada a otro lugar que se adecúe mucho más a la nueva realidad que vive el mundo editorial y el avance de la tecnologia.
De igual manera, entiendo que esta gran inversión de recursos debe hacerse con el criterio de que la plaza sea restaurada para que sea parte de la oferta turística de la capital dominicana. Así como la zona colonial ha sido restaurada para ser una oferta de atractivo histórico importante para el turismo que viene a nuestra nación, la Plaza de la Cultura debería ser también parte de esa oferta.
El Museo de Historia y Geografía, el del Hombre Dominicano (que le deberían cambiar el nombre por Museo de la Identidad Dominicana), el de Arte Moderno y la Cinemateca Nacional, deberían ser remodelados y reorientados sus contenidos para que los turistas que le gusta buscar los elementos históricos y culturales, encuentren en ellos un atractivo para ser visitados . Y más aún para los nuevos turistas chinos, que no sólo buscan sol y playa, sino que buscan cultura, naturaleza e historia.
Felicito al Ministerio de Cultura y al gobierno dominicano por esta inversión de 757 millones en la remodelación de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte. Es una decisión que muestra una clara visión del manejo cultural. Y espero que se desarrolle también una clara política de matenimiento y cuidado permanente de esa gran inversión.
Euri Cabral
Economista y Comunicador
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