Dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), unificados alrededor de una corriente, definida como “Por el rescate del PRD”, señalaron que el sector de Miguel Vargas Maldonado ha ido construyendo un memorial de incidentes y chicanas dentro del conocimiento del proceso de revisión enviado al Tribunal Superior Electoral (TSE) desde el Tribunal Constitucional (TC), y en ese sentido, en dos oportunidades su barra de abogados solicitó un aplazamiento del conocimiento del fondo.
Los perredeistas, Andrés Henríquez, Tonty Rutinel Domínguez, César Guzmán, Guido Gómez Mazara y Ruddy González reiteraron su profunda fe en los magistrados electorales para que se conozca el próximo día 20 del presente mes todo lo concerniente a una decisión que hace nueve (9) meses estableció que dentro del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se debe celebrar un proceso convencional para con la fuerza de los votos decidir el cuerpo directivo de la organización, y a la vez, declaró ilegal la reforma de los estatutos internos.
Los dirigentes perredeistas recordaron que, contrario a la lógica de plazos para seleccionar la dirección de la organización y lo establecido en la nueva Ley de Partidos, el sector nucleado alrededor de Vargas Maldonado ha hecho del retardo al conocimiento del fondo del proceso la materia prima para sobrevivir políticamente y administrar fondos partidarios sin la legitimidad democrática suficiente y su interés en posponer el juicio de las autoridades electorales constituye un compás de tiempo para tocar puertas del poder político esperando una “ayuda” oficial con la meta de que la política se imponga sobre el derecho.
Recordaron que los abogados que postulan a favor de sus intereses han ido preparado en todas las oportunidades y sienten extraño que así como la barra de la defensa de Miguel Vargas tenía una intención de acelerar el conocimiento de ese caso por ante el Tribunal Constitucional, parece desproporcionada su manifiesta intención de incidentar actualmente el proceso presentando elementos y nuevas peticiones ante un proceso que sólo debe conocer los “alegatos” que en materia de conculcación de derechos fundamentales sienten le fueron violados, en el marco de una sentencia ganada 4 votas contra 1 y que abrió la ruta de una celebración democrática en el PRD.
Para los dirigentes partidarios, constituye una estrategia fallida la insana intención de pensar que al inicio de la tercera semana de diciembre se podría estructurar un ambiente favorable donde Vargas Maldonado pueda edificar una acción politiquera y conseguir revertir una decisión del TSE que lo único que hace es refrescar la naturaleza plural de un partido de casi 80 años de vida que se viene administrando con criterios personales donde el debate de las ideas está ausente de toda la esfera institucional.
Finalmente, los dirigentes del PRD sostuvieron que en el marco del nuevo TSE, tanto ellos como la sociedad, saben que dicha instancia está llamada a servir de muro de contención frente a una cultura partidaria llena de prácticas y comportamientos autoritarios impensables en el siglo 21, pero rasgos desafortunado de exponentes políticos que tienen en sus cuotas de representación en el TC el último eslabón de una institucionalidad deformada por las apetencias de dirigentes partidarios anacrónicos.