El país ha quedado gratamente impactado con la primera renovación que se ha producido en el Tribunal Constitucional, después de su creación en el año 2010, como una de las novedades de la reforma constitucional que también habilitó a los expresidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía para posturarse a la presidencia de la República, después que sobre ambos aplicaba el lapidario nunca jamás de la Constitución anterior.
Garante de la supremacía de la Constitución y de la protección de los derechos fundamentales, pero además guardián de la soberanía y del legado de los padres fundadores de la nación: la dominicanidad, es sin dudas el Tribunal Constitucional la alta corte más vinculada con la enseña tricolor.
Son dignos de felicitaciones los integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura, sobre todo el más influyente de los consejeros, el presidente de la República, Danilo Medina, que con todas las posibilidades de imponer una escogencia de personas vinculadas a él o al partido oficialista, propició una selección que hasta críticos acerbos del gobierno han definido como equilibrada, apta y honorable.
Los consejeros opositores esta vez observaron un comportamiento de mayor madurez y colaboración, lo que también los hizo parte importante de la selección lograda: Miguel Valera Montero, Domingo Antonio Gil, Alba Luisa Beard Marcos y José Alejandro Ayuso.
Valera Montero, además de una prestigiosa trayectoria docente y un denso currículum académico es autor de los textos “Jurisprudencia Constitucional del Poder Judicial”; “Los Derechos, Garantías y Deberes Fundamentales en la Constitución” y “El control Concentrado de la Constitucionalidad en la tRepública Dominicana”.
Domingo Antonio Gil, con maestrías que llenan cualquier pared, fue profesor en las Maestrías en Derecho Constitucional y maestría en procedimiento civil.En la actualidad, se desempeñaba como Juez Primer Sustituto del Presidente del Corte de Trabajo del departamento Judicial de Santiago.
Alba Luisa, la magistrada corajuda del caso Bahía de las Águilas y única dama escogida, en el 2010 y hasta 2012 fue juez interina de la Atención Permanente y del Cuarto Juzgado de la Instrucción, en la provincia de Santo Domingo.Para el 2013-2016 se desempeñó como juez titular del octava sala del Tribunal de Tierras de Jurisdicción Original, en el Distrito Nacional.
Ayuso, especialidad en Justicia Constitucional, Interpretación y Aplicación de la Constitución, de la Universidad de Castilla- La Mancha, España. A su vez, Postgrado de Especialización en Derecho Constitucional Dominicano, en la misma universidad.
Fungió como profesor de Derecho Público desde el año 1995. Así como profesor de derecho Internacional Económico y de la Integración en la maestría de derecho Administrativo y Regulación Económica y coordinador de la maestría de Relaciones Internacionales.
Es el único al que se le mencina cercanía con el presidente Medina, pero eso no ha sido motivo de crítica, sino de reconocimiento de que quien tenía posibilidad de tomarlo todo, apenas usa la mayoría en uno.
No es que esos nuevos miembros hayan llegado al Tribunal Constitucional sólo por los méritos académicos y profesionales, así como por su honorabilidad, porque ni en República Dominicana ni en ninguna parte del mundo un juez llega a una alta corte desvinculado de los intereses y de los conflictos que están presentes en esa sociedad, todos llegan porque sectores o personas influyentes los asumen y desarrollan las gestiones necesarias para su elección, pero todos han mostrado en sus trayectorias la entereza necesaria para que nada en sus decisiones pese más que el respeto a la Constitución