Los datos con los que la economía dominicana ha concluido el año 2018 son auspiciosos, por donde quiera que se tome referencia consolidan y amplían una tendencia de crecimiento sostenido con bajo nivel de inflación.
No es noticia que RD figure entre las economías de mayor crecimiento de la región, pero esta vez se ha colocado sóla como la más vigorosa y estable. Panamá que en otras oportunidades ha estado a la par o ligeramente por encima, ha quedado por varios puntos atrás con 4.6% en comparación con 7% de la RD.
El Indicador Mensual de Acitivadad Económica (IMAE), entre enero y septiembre del 2018 acumuló un crecimiento de 6.9%, que en el último trimestre subió a 7.1%, lo que da el promedio de 7% para el año 2018.
Un sistema financiero, que en las últimas dos décadas no es factor de preocupación sino al contrario, para esta vez, como lo ha explicado el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, exhibe “rentabilidad y fortaleza patrimonial, con baja morosidad (1.75%) y un índice de solvencia de 18.4%, por encima del 10% establecido en la Ley Monetaria y Financiera y de las recomendaciones de Basilea III, mientras la proporción de provisiones para cobertura a los créditos vencidos se ubica en 167.1%, muy superior al 10coeficiente de liquidez del sistema financiero se ubica en 19.0%, más que suficiente para cubrir los requerimientos de encaje legal y cumplir los compromisos de corto plazo; mientras que la rentabilidad sobre el patrimonio promedio (ROE) se sitúa en 19.50% y sobre los activos promedio (ROA) en 2.30%”.
Ningún sector ha permanecido rezagado: Comunicaciones (11.0%), Construcción (10.6%), Zonas Francas (9.1%), Salud (8.8%), Comercio (8.5%), Servicios Financieros (7.9%), Agropecuario (6.5%), Transporte y Almacenamiento (6.5%), Manufactura Local (6.0%), Energía y Agua (5.7%), Hoteles, Bares y Restaurantes (5.6%), entre otros.
Apúntese lo que explicó Albizu, sobre las razones por que la el sector de la construcción encabezó el 2018, con un incremento preliminar de 10.6%, “impulsada fundamentalmente por iniciativas privadas en el desarrollo de proyectos inmobiliarios de viviendas de mediano y bajo costo, establecimientos comerciales, la expansión de la oferta de unidades hoteleras del sector turístico, diversificación de la matriz de generación de electricidad, entre otros.
El dinamismo de la construcción durante 2018 se ve reflejado en el crecimiento que se observa en el volumen de ventas de los principales insumos”.
En sentido general, “la generación de puestos de trabajo alcanzaría la cifra de alrededor de 770,000 ocupados adicionales en los seis años transcurridos desde octubre de 2012 al cierre de 2018, consistente con una tendencia generalizada a la baja de los indicadores de subutilización de fuerza laboral en igual periodo.
“De acuerdo a las últimas cifras disponibles de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), en el año 2018 se estarían generando en promedio unos 160,000 nuevos ocupados netos y que la tasa de ocupación de la economía, es decir el porcentaje de trabajadores sobre la población en edad de trabajar, se ubicaría alrededor de 60.0%, más alta que el promedio de 56.7% de América Latina y el Caribe, conforme a la reciente publicación del Panorama Laboral de la región de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La tasa de desocupación abierta (de aquellos desocupados que están buscando activamente trabajo) se ubicó en 5.6%, por debajo del promedio de 8.4% que registra América Latina y el Caribe”.