El partido político dice prioridad en selección de jueces debe centrarse en su carrera y en su independencia
Minou Tavárez Mirabal, presidenta del partido político Opción Democrática, consideró que la propuesta de algunos sectores de los grupos de presión de sugerir a subalternos del presidente de la República, como lo son el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal y el actual embajador en España, Olivo Rodríguez Huertas, como jueces de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), constituye un verdadero atentado a la posibilidad de tener al fin una justicia independiente en nuestro país.
“Uno de los principales y más contundentes reclamos de la ciudadanía dominicana durante los últimos años ha sido la exigencia en las calles de una justicia independiente, sin la cual no puede haber democracia, y es la única vía mediante la cual sería posible poner fin a la corrupción y la impunidad. Elegir funcionarios del círculo íntimo de Medina en la Suprema sólo contribuiría a mantener y profundizar el descrédito de la justicia y la falta de institucionalidad”, sostuvo Tavárez Mirabal.
La presidenta de Opción Democrática recalcó que los méritos académicos y el currículo de vida no son suficientes para ocupar una posición en una de las Altas Cortes, sino que el país vive un momento en el que las y los juristas propuestos requieren también llenar criterios que aseguren altos niveles de independencia y un comprobado compromiso con la justicia y la institucionalidad por encima de sus lealtades al poder político.
“Si durante tantos años se ha dicho que lo que buscamos es que los jueces sean independientes de los partidos, la única propuesta consistente y comprometida con los intereses de la justicia y la institucionalidad sería simplemente la de respetar el requisito de que quienes ocupen las más altas magistraturas sean jueces de carrera. Es perfectamente posible y deseable plantear que para ser elegido magistrado de la Suprema Corte, se deba ser juez de una Corte de Apelaciones. Esa propuesta no requiere ningún cambio legal ni constitucional y además daría importancia a la vocación judicial pues quien empieza como juez de paz, sabe que no será el partido en el poder quien decida donde termina su carrera judicial. Así se construye justicia, así se construyen las instituciones de la democracia”, señaló.