Eso de que está perdido el hijo de Lindbergh es falso, pues en 1932 fue encontrado, lamentablemente muerto, en Amwell, New Jersey. En nuestros días hay uno más perdido que aquél, norteamericano también, que vive en la Casa Blanca. Es alto, rubio, peinado con pollina, y en su irremediable extravío dice cosas que, por cómicas, no le meten miedo a nadie. Por ejemplo, que nos va a sacar del DR-Cafta, junto con El Salvador y Panamá, por establecer relaciones con China… (Está tan perdido que no se da cuenta de que en este mundo globalizado ya la pava imperialista no puede poner donde ponía).