SANTO DOMINGO. – El ingeniero Temístocles Montás, precandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lanzó un llamado por la unidad de esa organización, como mecanismo que permita “superar los conflictos que se generan por las ambiciones de poder”.
Así mismo, llamó al presidente Danilo Medina y al ex presidente Leonel Fernández, máximos dirigentes del partido político, a ponerse de “acuerdo para apoyar otro candidato seleccionado por los peledeistas” a celebrarse en octubre próximo para escoger al aspirante presidencial del PLD.
“Con esto estaríamos poniendo los intereses generales del PLD por encima de los intereses personales”, dijo, al tiempo de destacar que “el PLD no puede ser convertido en un instrumento al servicio de nadie en particular. Hay que volver a ejercitar la democracia dentro del partido”.
Montás se pronunció en esos términos al encabezar un encuentro con los cuadros responsables del trabajo político de su proyecto presidencial TEMO2020, que se celebró en un local de la avenida Tiradentes de esta capital la tarde del sábado y al que asistieron cientos de dirigentes medios y nacionales del PLD.
Durante su intervención explicó que se propone gobernar el país para lograr la transformación de la sociedad dominicana, “en donde todo el mundo disfrute de una vida plena, en donde se garantice el bienestar de todos y todas”.
Recordó que el PLD es un partido progresista comprometido con la construcción de una sociedad de “incluidos, no de excluidos”, y que en los últimos 20 años el país ha exhibido uno de los mejores resultados económicos de la región, crecimiento de la clase media y reducción de la desigualdad y la pobreza.
Pese a dichos resultados, expuso que el “escenario político actual en República Dominicana es complejo y repleto de incertidumbre”, en el que “se aprecia una crisis de legitimidad de las instituciones públicas, así como una creciente desconfianza hacia los actores del sistema político”.
Como ejemplo de la crisis de legitimidad de las instituciones públicas señaló que “solo un 40% de la población cree en las Fuerzas Armadas, un 24% en la Policía, un 21% en el Poder Judicial, un 20% en el Congreso, un 14% en los partidos políticos, un 30% en el Tribunal Electoral, un 22% en el Gobierno”.
A dicha cuadro también agregó que “somos uno de los países de América Latina con mayor desconfianza interpersonal, lo que refleja un serio problema de integración social. El 86% de los dominicanos no confía en la mayoría de las personas”.
Entiende que la confluencia de la crisis de legitimidad, de confianza y el crecimiento de la clase media, es lo que explica que los partidos políticos “se encuentren en general con una desaprobación en nuestro país del orden de 86%, convirtiéndose en la institución más deslegitimadas del sistema”.
Manifestó que todo lo anterior ha impactado en el PLD hasta generar crisis orgánica, moral e ideológica, aunque destacó que la problemática es característica “de todos los partidos políticos dominicanos”.
Sobre la crisis de legitimidad expresó que la han originado “los conflictos internos de sus dirigentes por el poder, generando divisiones profundas que parecen irreconciliables”.
La crisis moral planteó que la ha originado “el predominio de intereses personales por encima de los del partido, convirtiéndose los intereses personales en la razón de la lucha política”, como por ejemplo, la “adulteración de la democracia interna para favorecer a todo aquel que ofrece dinero a cambio de favores políticos”.
Con respecto a la crisis ideológica, señaló que “resulta claro que se ha perdido el interés por las ideas política; el partido ha devenido en una aglomeración de personas sin preparación política e ideológica, que se mueven por un empleo en el gobierno”.