Miriam Germán, juez de la Suprema Corte de Justicia, dijo no estar interesada en presidir la Suprema Corte de Justicia por considerar que se trata de un cargo muy incómodo
German, actual presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, ha estado en el tapete púbico desde que el lunes sostuviera un encontronazon con el procurador general de la República en una de las sesiones del Consejo Nacional de la Magistratura en la que ella era entrevistada.
La jueza calificó como una “canallada” los cuestionamientos hechos por el procurador Jean Rodríguez en la sesión
“Una violación al debido proceso y una canallada. Porque el reglamento dice las formas en que deben presentarse las objeciones”, comentó la magistrada a periodistas que la entrevistaron.
A su entender las denuncias anónimas y las de un juez, de las cuales hizo uso el procurador Jean Alain Rodríguez, estarían motivadas por su voto disidente en el caso Odebrecht.
Preguntada sobre si cría que el trato dado por el funcion ario se debió a su condición de mujer dijo que Consideró, que probable.
Explicó que lo dicho por uno de los jueces de Monte Plata, que conoció el juicio de fondo contra el narcotraficante Winston Rizik, es “mentira” y que se trata de un de "muchacho" que ella ha tratado como un hijo y lo único que yo le dije a él en ese proceso, porque habían cuestiones por aquí, por allí y cosa, yo lo único que le dije a él y dije, mira, cuídate y no te dejes presionar de nadie, haz lo que tu razonamiento y tú conciencia te indiquen y más nada”.
Rehusó referirse a si esa acción del procurador es motivo de nulidad de su evaluación y por consiguiente su ratificación como jueza de la alta corte. Tampoco quiso revelar si recurriría ante el Tribunal Constitucional, si es descalificada para permanecer por cinco años más en la Suprema Corte.