Casa volada, muchas casas en diez relatos
Tiene esta obra un aire de juego, mucho de necesidad de vuelo, de mirada infantil. Lewis Carrol, Julio Cortázar o Georges Perec, son narradores emparentados con la necesidad de literatura que desprende la autora de este grupo de relatos.
La escritora Covadonga González-Pola afirma en el prólogo que "si tuviera que sintetizar todo esto, me quedaría con que este libro nos transmite la misma visión que Tim Burton, en su genial obra Big Fish
Casa volada es un libro lleno de casas. Casas aisladas con un siniestro columpio como única compañía, casas de agua y casas insatisfechas. Casas que más vale la pena dejar atrás y otras que esconden secretos que no siempre son lo que esperábamos encontrar. Los diez relatos que conforman Casa volada hablan de desencuentros, de malentendidos, de amores y anhelos frustrados. De la perspectiva infantil sobre el mundo adulto y de esas pequeñas catástrofes cotidianas que nos pueden cambiar la vida.
Cuando se aprecia esta clasificación de casas, es difícil no pensar en las muchas clasificaciones de la literatura del francés Georges Perec. Catalogar espacios para interpretar vidas. Las tramas de Casa volada, como la propia existencia, se deslizan imperceptiblemente hasta que, de pronto, nos damos cuenta de que todo es distinto para los personajes que las “habitan”, aunque ellos mismos, a veces, no sean conscientes de ello.
Con una voz que recuerda el estilo de los cuentistas clásicos, como O. Henry o Katherine Mansfield, Gemma Solsona Asensio transita de una historia a otra provocando en el lector la misma sensación de intimidad y confort que experimentaría si las escuchara al calor de una chimenea. Fantasía, oscuridad y nostalgia se funden en estas casas, en las que la autora nos invita a «entrar (…) y cotillear en los armarios, mirar bajo las sábanas y las alfombras, y revolver entre los cajones…», para revelarnos los misterios que ocultan, ellas y sus ocupantes, de puertas adentro.
La escritora Covadonga González-Pola afirma en el prólogo que "si tuviera que sintetizar todo esto, me quedaría con que este libro nos transmite la misma visión que Tim Burton, en su genial obra Big Fish, nos da de los relatos y los recuerdos: tomemos historias que hemos vivido e imaginado y veámoslas desde el otro lado del espejo. Carguémoslas de magia, de ilusión, de casualidades inesperadas, de drama, de emoción, de intensidad. Y, como espero que le ocurra a Gemma, siempre tendremos fieles lectores".
Gemma Solsona Asensio
Nace en Barcelona, dos noches más tarde de la verbena de San Juan y quizá por eso, desde siempre, se ha sentido atraída por los fantasmas, las brujas y los mundos fantásticos. De pequeña, fascinada por el cine y la lectura, devora las grandes películas clásicas y todos los libros que caen en sus manos y, tras leer Mujercitas, se dice que algún día será como Jo, una escritora. Licenciada en Comunicación Audiovisual, orienta su trayectoria profesional hacia el marketing y la publicidad. Años más tarde, tras participar en diversos talleres literarios, publica en las antologías Qué me estás contando (2008) y Café con letras (2009).
Ese mismo año, publica su primer libro Valguamar, cuentos de lugares, amores y difuntos (ed. Hijos del Hule) junto a su amigo y compañero de letras, Tebu Guerra. En el 2012, gana el concurso literario Vila de Gracia y es finalista en el Premio Ana María Matute con un relato que fue publicado en la antología La teoría de Polch (ed. Torremozas). Colabora en la coordinación de las publicaciones Cuentamínate (2012, ed. Hijos del Hule), Cuentopsia (2014, ed. Hijos del Hule) y, más recientemente, Vuelo de Brujas (2018, ed. Apache) y Trastiendas (2019, ed. Stonberg).
Sus cuentos han sido seleccionados para varias antologías, entre ellas Homenaje a Poe (2014, ed. Artgerust), Navidadoscuracasinegra (2015), Cuéntame un día (2016), Barcelona gótica (2016, ed. Apache), Vampiros en Barcelona (2017, ed. Apache), Doñana es arte (2017, ed. Suseya) y Monstruari (2018, ed. SECC). Actualmente es profesora de Escritura Creativa y Relato, y miembro de la PAE (Plataforma de Adictos a la Escritura) con quienes participa en presentaciones, talleres y todo aquello que tenga ver con su pasión por las letras. Con ellos también colabora, desde el 2017, en el programa de radio Adictos a las letras (Radio Cunit).
En el 2016, publica su segundo libro de relatos: Maullidos (ed. Stonberg), ilustrado por Judit García-Talavera. Le gustan los sábados, los viajes y los gatos. Y aún mira bajo la cama por si descubre un monstruo que acceda a contarle su historia.