Debo informar que reina en mi casa con gracia incomparable, alegría permanente (sonríe hasta cuando duerme) y conmovedora ternura y docilidad, una hembra que inesperadamente conocí en la Circunvalación de Santiago, donde algún indigno la dejó abandonada, talvez a causa de una decepción amorosa. El nuestro es un amor a primera vista, ella de mí y yo de ella. Pero con todo y su glamour, parece que ha pasado mucha hambre, pues come y duerme como una desesperada…Creo que Jlo, como la he bautizado, llegó para quedarse (aunque sea viralata, posiblemente insólito cruce de una disoluta Golden Retriever y un audaz chihuahueño equilibrista).