En Política nada se desperdicia, todo es útil; los errores de unos son los aciertos de otros, y naturalmente las debilidades del sistema – político, económico, social, judicial – son las fortalezas del discurso del populismo punitivo.
Dígase de Punitivo que es del castigo o que implica castigo o condena.
Cuando hablamos del Populismo o Demagogia Punitiva, hablamos del empleo de halagos, falsas promesas que son populares pero difíciles de cumplir y otros procedimientos similares para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de la propia ambición política.
Es menester exponer antes de, qué es el Populismo Punitivo y de dónde viene. En el entender de la catedrática de Derecho Penal y Criminología de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona), Elena Larrauri, dice que el señor Antony Bottoms, es el artífice de la expresión “populismo punitivo”. Cuando se propuso dicho concepto, en el año 1995, se hizo alusión a la utilización del Derecho Penal por parte de políticos que buscan sacar réditos electorales defendiendo tesis político-criminales.
El concepto de populismo punitivo, definido como la doctrina política que se proclama defensora de los intereses y aspiraciones del pueblo, está vinculado a la tendencia de los políticos de sacar ventajas electorales en situaciones en las que el finalismo político electoral prima sobre consideraciones acerca de la efectividad de las propuestas punitivas – que es del castigo o que implica castigo o condena.
Parte del populismo punitivo el hecho de que determinadas propuestas en torno a la política social busquen únicamente lanzar mensajes a la opinión pública, despojándose de una articulación más compleja que propone hacer frente a los problemas de la sociedad.
Es en la crisis política que el populismo se crece.
Para ejemplarizar este artículo haremos mención del sonoro caso de la señora juez Miriam Germán Brito – ícono de la justicia dominicana – y del procurador de la República, el señor Jean Alain Rodríguez. A lo que se pronunciaron influyentes personalidades de la política dominicana.
La señora Miriam Germán aspira a seguir siendo la Juez de la Suprema Corte de Justicia. Lo ejerce en la actualidad. A la jueza la están objetando por haber dicho que el expediente del controversial caso de Odebrech está mal instrumentado; con el controversial y agravante agregado de que a la jueza Germán ha admitido ser amiga de uno de los involucrados en dicho caso.
Sépase a bien que el caso Odebrech es una asignatura pendiente que tiene la Justicia dominicana y podría ser objeto de discusión en artículos postreros bajo los capítulos de Imagen de la Justicia en la República Dominicana, Interacciones Justicia-Política (Judicialización de la Política/Politización de la Justicia) y Justicia Transicional por su alcance en Derechos Humanos.
En resumidas cuencas del Rosario de opiniones y sentimientos encontrados de la sociedad dominicana que se indignó masivamente porque tocó las fibras más sensibles, donde cada quien conectó y se identificó con la jueza por ser mujer, mujer profesional, madre, madre de hijo autista, y ciudadana dominicana.
Hubo cama pa’ tanta gente y todo el mundo tocó pastel. A todo esto, todo mundo opinó. A lo que citaremos sólo algunas de las opiniones más trascendentales de este caso por su nivel de importancia y por ser el debate más grosero y menos elegante de la justicia dominicana en los últimos tiempos.
“No es justo que cada vez que una mujer está cerca del triunfo, la luz y el brillo que le han acompañado, se conviertan de repente e improviso, en tinieblas de falsedades” – Margarita Cedeño, vicepresidenta constitucional de la República. “Las acusaciones que recibió buscaban reducirla en su camino certero hacia las más altas posiciones del sistema de justicia dominicana. Una mujer de tantas luces e incuestionable trayectoria tratada tan injustamente y violando sus derechos, me indigna como mujer y como dominicana”.
“Hoy en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) el Procurador General contaminó el proceso de evaluación de los jueces. Mostró parcialidad política e irrespetó la trayectoria de una ciudadana intachable, como la magistrada Miriam Germán. Justificó mi opinión de que el Procurador no debe integrar el CNM” – Expresó Luis Abinader.
El vicepresidente de Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Servio Tulio Castaños Guzmán, dijo: “Si yo hubiese sido el Consejo, hubiera levantado esa sesión” y a su vez, aseguró que el funcionario del Ministerio Público violentó el proceso.
“Miriam Germán es por mucho, más honesta, capacitada y comprometida que cualquiera que la quiera increpar ostentando un cargo coyuntural. Sus años de ejercicio dan cátedras de moral a muchos. No todos son iguales” – comentó la diputada Faride Raful a través de su cuenta de Twitter
“Si fuera en EUA la jueza Miriam Germán y demás afectados de la intervención telefónica sin respaldo legal, demandarían la empresa que la hizo,por cientos o miles de MM de dólares y pesos,en reparación de sus derechos fundamentales violados de manera vulgar !Que lo hagan!” – manifestó Rafael Alburquerque en su cuenta de Twitter.
“Danilo Medina debe detener las violaciones del Procurador contra Miriam Germán”, afirma Participación Ciudadana.
Si bien es cierto que estas opiniones pueden ser usadas para hacer crecer la simpatía popular de quien las emite, estamos y estaremos todos pendientes a las opiniones de nuestros representantes sectoriales, porque son la voz de una minoría elegida por una mayoría.
No menos cierto es la obsolescencia de los códigos civiles y penales que administra el Derecho y la Justicia Dominicana, que dejan mucho que desear por el alcance, la sanción y la condena. Haremos en ese orden remembranza del fatídico caso de la adolescente Emely Peguero, que caló en cada dominicano y paralizó a todo el país en el mes de octubre del año 2018.
Cada ciudadano dominicano se pronunció y manifestó su descontento por todas las vías de comunicación a las que tiene acceso en la era digital. Y así mismo lo hicieron los representantes políticos. Muchos utilizaron este y otros casos para crecerse ante la desgracia ajena.
A veces hasta sobran las palabras y falta la voluntad política. Es del Poder, el poder. Está en el Ejecutivo, en el Legislativo y en el Judicial administrar lo que compete para que lo que deba ser, sea. Es del empoderamiento ciudadano exigir a las autoridades gubernamentales que se haga valer el voto y el consentimiento previo que les da la potestad de elegir por nosotros las políticas públicas para nosotros.