El empresariado, por aquí y por allá, se lo hace saber: “Ten cuidado con lo que haces, que podemos parar muy mal”. La Iglesia Católica, entre misa y misa, se lo dice: “No aprietes más la tuerca, que puedes joder la rosca”. Entre bachata y bachata, la Embajadora se lo ha repetido: “Dont play more, please, democracy is first”. Los más importantes órganos de la sociedad civil se lo han dicho bien claro: “No inventes, que el horno no está para galleticas”. La inmensa mayoría de la gente lo proclama: “No a la reelección”… (Sólo falta que Danilo Medina lo entienda, para que no desate los peores demonios).