Los dominicanos hemos visto con legitima preocupación como las diferencias a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana están afectando sensiblemente los valores democráticos de la nación. Esa percepción está ya en todo el cuerpo social dominicano, tal vez sin quererlo los actores que influyen decididamente a lo interno de la primera mayoría política nacional están haciendo un daño que, si no se detiene a tiempo, podría generar un severo castigo electoral, resultado del cansancio de los electores que, en una espiral de silencio, esperarían usar su voto para darle una lección decisiva al liderazgo del PLD.
Tal ha sido la virulencia de los ataques de uno u otro grupo a lo interno del PLD que hacen recordar las crisis que, en el pasado, sufrió el Partido Revolucionario Dominicano, crisis de tal gravedad que finalmente llevaron a ese partido a la autodestrucción y a una ostensible reducción de su importancia electoral. La diferencia es que los problemas internos del PLD son mucho mayores y gravitan casi por necesidad en la vida institucional de toda la República.
En 2020 el PLD cumplirá para veinte de los últimos veinticuatro años de gobierno. Durante ese lapso, el PLD ha controlado todas las instancias de poder. Por eso sus problemas internos, la bicefalia de su liderazgo, afecta tan decisivamente a toda la nación.
Esa lucha interna está creando la percepciónٌ en importantes sectores nacionales, y principalmente en las iglesias, de que estamos ante una deriva antidemocrática, por los últimos acontecimientos y los choques producidos con el Poder Judicial, entre otros factores.
Todos los que estamos involucrados de una u otra manera con el PLD, estamos haciéndole un daño que puede ser irreparable si no tomamos conciencia de la situación, si no hacemos una pausa para reflexionar y detenemos, de manera inmediata, los ataques impiadosos entre compañeros.
Con nuestra actitud le estamos quitando legitimidad al gobierno, estamos debilitando la gobernabilidad y estamos hundiendo las posibilidades electorales del PLD hacia el 2020.
Lo peor es que no estamos solamente haciendo todo para perder las elecciones, eso es normal, el hartazgo tras veinte años de gobierno es hasta cierto punto inevitable. Hoy, en el mundo, es correcto presumir que los pueblos buscan nuevas opciones políticas. Lo malo, lo incorrecto es que con nuestra actitud nos estamos llevando por delante las instituciones democráticas, que tanto dolor y sangre han costado al pueblo dominicano.
Vistos todos estos problemas, que nos afectan ahora, y prevalido de la autoridad que nos da el haber mantenido con el PLD una alianza de casi 20 años, por haber participado en la construcción del acuerdo interno de 2015, por la fidelidad con la que nos hemos comportado durante todo este periodo, nos hace depositarios de la suficiente confianza como para exponerle al liderazgo del PLD, a su Comité Político, a su Comité Central, a los amigos de todos los sectores que interactúan dentro de ese partido, y en función de que ya antes hemos formulado parecidas propuestas, formulamos las siguientes propuestas:
Un pacto para la unidad y por el fortalecimiento del sistema democrático:
1. Que el Dr. Leonel Fernández sea escogido como candidato presidencial del PLD en una propuesta que permitan al PLD en unidad participar exitosamente en la contienda electoral del PLD en una fórmula de unidad.
2. Que la candidatura vicepresidencial le sea encargada al sector que encabeza el Presidente Medina.
3. Que el Presidente Medina sea escogido como presidente del PLD a partir de agosto del 2020, hasta 2024.
Que los precandidatos presidenciales y el liderazgo principal de ese partido se reserven, dentro del 20% dispone para reserva interna, las siguientes candidaturas:
1. Candidatura de la Doctora Margarita Cedeño como Senadora del Distrito Nacional y del Licenciado Gonzalo Castillo como Alcalde de la misma demarcación.
Que los precandidatos y líderes a lo interno del PLD: Temístocles Montás, concurra como candidato a Senador por San Cristóbal; Carlos Amarante Baret, Senador por la provincia Espaillat; Francisco Domínguez Brito, senador por Santiago.
Que se tomen en cuenta los liderazgos de nuevas figuras para definir otras candidaturas, al igual que se preserve la posibilidad de que le sean cedidas las candidaturas senatoriales de San Juan de la Maguana y La Vega al sector del Presidente Medina.
La mayor preocupación de todos los sectores nacionales radica en que de manera definitiva se debe extirpar la posibilidad de reelecciones consecutivas y cambios o reformas constitucionales para mantenerse en el poder, por el presidente de turno. No seriamos sensatos si no nos diéramos cuenta de la realidad política dominicana actual. No se le puede pedir a un presidente en ejercicio que no defienda su legado y que el impedimento constitucional anule su probable participación en los futuros comicios, máxime si en este caso, ese impedimento operaria contra su persona solamente, por lo cual debe haber, para la tranquilidad de la nación, un proceso consensuado de reforma para conocer temas que puedan lograr su respaldo.
En consecuencia, se propone:
a) Habilitar al Presidente Medina para que pueda presentarse en el futuro, después de 2020;
b) Para aprovechar la experiencia de los expresidentes esto pasen a ser senadores, consultores por cuatro periodos, para que puedan aportar sus conocimientos y experiencia a la nación,
c) Para evitar el dispendio de recursos, para disminuir los costos de las campañas y para evitar otros daños graves al sistema electoral, unificar las elecciones para que sean celebrados un solo día, en el mes de mayo de 2016.
Asimismo, que el Presidente Doctor Leonel Fernández se haga compromisario de que, de ganar las elecciones, hará un gobierno compartido, garantizando que los espacios de representación política y ejercicio de la función publica sean compartidos con los partidos de oposición, de forma y manera que pueda fortalecerse el espíritu democrático de la nación y reconducir al PLD y a otras fuerzas que le respaldan en un ambiente distendido, donde los intereses del país estén en primer lugar.
El BIS y otros partidos, que respaldan al Doctor Leonel Fernández, colaborarán para restaurar las relaciones con las fuerzas políticas reconocidas por la Junta Central Electoral, mediante una gran unificación de organizaciones políticas diversas, creando la GRAN ALIANZA NACIONAL RENOVADORA (GANAR) para que, en paralelo al PLD y sus aliados, pueda gestionar los votos que garanticen su elección como Presidente en el año 2020.
Los dominicanos requieren un ejercicio político modernizador, auspiciador de cambios, de respeto institucional a los poderes públicos y depositario de las relaciones internacionales y del conocimiento para realizar una obra de gobierno que mejore aún más los niveles de vida de la población dominicana, como es la persona del Doctor Leonel Fernández.
Los peledeístas y el pueblo saben que el Doctor Leonel Fernández no gobernará contra nadie, que va a respetar celosamente la Constitución, que no permitirá retaliaciones políticas contra nadie, además de que está comprometido en su nuevo gobierno con la lucha por la transparencia, disminuyendo aún más el nivel de corrupción administrativa. Podemos participar en unidad, porque solo en unidad podemos alcanzar un nuevo triunfo electoral en 2020. De no ser así seremos barridos por la furia popular y por la historia.
José Francisco Peña Guaba