SANTO DOMINGO.- La pastora y comunicadora Claudia Fernández denunció que ella y su familia fueron objetos de amenazas de muerte y responsabilizó al fiscal Julio Saba, del Ensanche Quisqueya, de lo que le pudiese suceder.
Explicó que el 28 de abril de este año 2019, una patrulla de la Policía Nacional detuvo a una persona que se acercó a su casa a las 12:15 de la madrugada con intención de dañar o de robar, y que al ser detenida le amenazó con matarla a ella, a sus hijos y a su al perro y que le voceó todo tipo de improperios.
Aclara no es ella
(En torno a este caso, la periodista Claudia Fernández Lerebours aclaró que no se trata de ella la persona amenzada. La aclaración la hizo en razón de que en algunos medios se han incertado fotos suyas en vista de la coincidencia del nombre con la periodista y pastora amenazada.)
Afirmó que al presentarse a la fiscalía barrial del Ensanche Quisqueya a poner la denuncia, el fiscal asumió la defensa del querellado, le dijo que lo puso en libertad supuestamente porque habían transcurrido 48 horas y porque supuestamente las amenazas las formuló del otro lado de la verja de la casa.
Agregó que ante esa situación, ella le respondió que acudiría a la Procuraduría General de la República a ver si alguien la ayudaba, tras lo cual el fiscal Julio Saba se molestó, la sacó de la oficina y le dijo: “vaya donde usted quiera que en la Procuraduría manda el procurador y aquí mando yo”. “Sálgase de mi oficina, váyase de aquí, salga, salga”.
Sostuvo que el representante del ministerio público se negó a escucharla, y que cuando el escribiente tomaba los datos de su denuncia, un capitán de la Policía le ordenó que no escribiera nada.
Indicó que le causó extrañeza el hecho de que los agentes policiales motorizados que atraparon al individuo trataban de convencerla de que dejara libre esa persona, de que no la enviara a destacamento policial no obstante ser testigos de las amenazas de muerte proferidas en su contra.
Recordó que hace tres años, alguien incendió su vehículo estacionado frente a su casa del sector San Gerónimo, lo mismo que un jardín, y que las autoridades no hicieron nada.
Siente temor de que se trate de repetir ese hecho, al tiempo que aclaró que no tiene enemigos, que es cristiana y que se dedica a predicar la palabra de Dios como pastora que es.