Actualmente Las sociedades modernas dependen cada vez más de las tecnologías de la información y la comunicación. Sin embargo, esta dependencia constante está acompañada por una gama de riesgos emergentes y potenciales que amenazan fundamentalmente la red, la seguridad de la información y la sociedad de la información y sus miembros. El uso indebido cada vez mayor de las redes electrónicas con fines delictivos afecta negativamente a la integridad de las infraestructuras nacionales de información sensibles, en particular la personal y la seguridad infantil.
La seguridad cibernética se ha convertido en una parte integral de cualquier política de seguridad nacional. Se ha sabido que los responsables de la formulación de políticas en los Estados Unidos de América, la Unión Europea, Rusia, China, la India y otros países han categorizado los problemas de ciberseguridad en sus políticas de defensa nacional. Además, más de 130 países alrededor del mundo han anunciado la asignación de divisiones y escenarios de guerra cibernética dentro de los equipos de seguridad nacional. Todas estas iniciativas se suman a los esfuerzos tradicionales de seguridad para combatir la ciberdelincuencia, el fraude electrónico y otros aspectos de la ciberseguridad.
En otras palabras, la seguridad cibernética es la suma de los marcos legales y regulatorios, las estructuras organizativas, los procedimientos de flujo de trabajo y los medios técnicos y tecnológicos que representan los esfuerzos conjuntos de los sectores público y privado, tanto nacionales como internacionales, destinados a proteger el ciberespacio nacional. Proteja la confidencialidad de la información personal y tome todas las medidas necesarias para proteger a los ciudadanos y consumidores de los peligros del ciberespacio.
Las recomendaciones de la UIT(Unión Internacional de las Telecomunicaciones) y las mejores prácticas internacionales muestran que la ciberseguridad se basa en una combinación compleja de desafíos técnicos, políticos, sociales y culturales.
Más específicamente, la validez de la ciberseguridad nacional depende de los siguientes cinco pilares:
1. Desarrollar una estrategia nacional de ciberseguridad y proteger la infraestructura de información crítica.
2. Establecer una cooperación nacional entre el gobierno y la industria de las TIC.
3. Disuasión del delito cibernético.
4. Creación de capacidades nacionales de gestión de accidentes informáticos.
5. Estimular una cultura nacional de ciberseguridad.
Que el punto de partida para la ciberseguridad comienza con el desarrollo de una política nacional para crear conciencia sobre los problemas de ciberseguridad, la necesidad de acción nacional y la cooperación internacional. El segundo paso es desarrollar un plan nacional para estimular la ciberseguridad a fin de reducir los riesgos y efectos de las amenazas cibernéticas e involucrar la participación en los esfuerzos internacionales y regionales para estimular la prevención, preparación, respuesta y recuperación nacional de la ciberdelincuencia.