La controversia en torno a la presunta colusión rusa en las elecciones presidenciales del 2016 en Estados Unidos en la que el presidente Donald Trump venció a Hillarry Clinton ha cobrado nuevos bríos luego de las declaraciones del fiscal especial Robert Mueller.
Todo tipo de conjeturas y lecturas ha dado los diversos sectores políticos estadounidenses sobre las declaraciones de Mueller, entre quienes no faltan aquellos que entienden que el fiscal que investigó el caso ha planteado la posibilidad de que Trump esté implicado en algún tipo de delito pero que circuntancias legales le impidieron concluir sobre ese aspecto del caso.
La Casa Blanca, a través de un comunicado publicado por la secretaria de prensa en su cuenta de Twitter, mantiene la narrativa de que Mueller no encontró “colusión ni conspiración” y que el presidente fue exonerado, los líderes demócratas se mantienen firmes en que harán que Trump “rinda cuentas” sobre su abuso del poder, establece Voa Noticias.
La agencia de noticia también informa que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo en San Francisco que “todas las opciones están sobre la mesa”, incluyendo la impugnación del presidente. Hasta hace poco, solo el ala más hacia la izquierda del partido demócrata, como las representantes Rashida Tlaib y Alexandria Ocasio-Cortez, se atrevían a hablar de un juicio politico.
Después de las declaraciones de Mueller otras figuras más moderadas dentro del partido demócrata, como el senador Cory Booker, han pedido explícitamente comenzar el proceso de impugnación presidencial.
“El Congreso tiene la obligación legal y moral de iniciar el proceso de juicio político de inmediato”, escribió Booker en su cuenta de Twitter.
En su alocución, Mueller hizo énfasis en que acusar al presidente de un delito como resultado de su investigación “no era una opción” que su equipo hubiera podido considerar ya que, de acuerdo a las leyes del Departamento de Justicia, no se puede imputar a un presidente mientras está en el cargo.
“Si tuviéramos confianza en que el presidente claramente no cometió un delito, lo hubiéramos dicho”, dijo el fiscal especial.
El vicepresidente Mike Pence, por su parte, tomó la intervención de Mueller como un acto de cierre. “Tal como confirmó Robert Mueller hoy, la investigación ha terminado”, dijo su oficina en un comunicado y acusó a los demócratas de “aferrarse a acusaciones desacreditadas”.