Ya regresaste de tu lúdico fin de semana. Ahora siéntate un rato y piensa que en verdad ningún pueblo ser libre merece si es esclavo, índolente y servil (sobre todo indolente); es decir, si no es capaz de exigir lo que está pendiente desde hace 176 años: la independencia efectiva de los poderes del Estado; el cumplimiento de todas las leyes por parte de gobernantes y gobernados; cero impunidad y castigo a los corruptos…Piensa, al emprender la semana, que nadie ser libre merece si vende su voto por un pica-pollo, una botella de ron y 500 pesos… (Y así verás la enorme tarea que queda por delante).