Las muertes de turistas extranjeros en hoteles exclusivos dominicanos han llamado la atención del mundo, sobre todo por la embestida de sectores internacionales interesados en empañar la imagen de la República Dominicana, que sin dudas se ha convertido en un exótico y atractivo espacio para vacacionar.
Es posible que en esa perversa tarea participan empresarios foráneos ligados al turismo, que están aprovechando esos hechos aislados para asustar a los visitantes y así desviarlos hacia su terreno. Asunto de competencia maligna.
Son fallecimientos repentinos normales las personas que pasan de los 60 años de edad y que son víctimas de las llamadas enfermedades catastróficas, tales como derrames cerebrales, ataques al corazón, cánceres del colón, hígado, insuficiencia renal crónica, diabetes mellitus, hipertensión arterial, afectaciones cardiacas, fiebre reumática, artritis degenerativa, tumores cerebrales, trasplante de órganos, y otros.
Comparto la inquietud del expresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), Arturo Villanueva, quien aseguró que se trata de una campaña mal intencionada, con el objetivo de destruir ese importante renglón de la economía.
La mayoría de esas muertes ocurrieron hace varios meses y años, pero es curioso que los reportes de esos decesos se dan a la publicidad cuando la República Dominicana ocupa los primeros eslabones como destino turístico en la región y otros rincones universales.
Las informaciones negativas no solo afectan al turismo nacional, sino a nuestra gente en términos generales, como la cultura, música y todas las cosas que identifican al dominicano.
Sigamos los pasos de los merengueros Juan Luis Guerra, Peña Suazo, Sergio Vargas, Milly Quezada, Eddy Herrera, Rubby Pérez y Kinito Méndez, que aprovecharon los seguidores que tienen en las redes sociales y pidieron hacer viral el mensaje “YoTeAmoRepúblicaDominicana”, además de invitar a los extranjeros a visitar el país.
Esas correctas iniciativas surgen por el atentado que sufrió el ex pelotero David Ortiz, en el que también resultó herido Jhoel López y los casos de muertes de turistas en algunos hoteles.
En estas circunstancias, el gobierno dominicano, a través del Ministerio de Turismo, dio los pasos pertinentes para combatir esa guerra mediática desde el exterior.
Ya contrató para esos fines a expertos internacionales en comunicaciones y gestión de riesgo. Excelente paso.
Mi opinión es que a esa jornada deben adherirse todos los comunicadores que son gestores de opiniones a través de las redes sociales, la prensa escrita, digital, así como los programas interactivos de radio y televisión.
Es preciso que todos nos mantengamos alerta y defendamos nuestro país. Para eso hay que dejar a un lado las diferencias políticas y asumir la responsabilidad patriótica de enfrentar a quienes pretenden desacreditarnos a nivel mundial.
Esto es un problema que afecta al país, no a un partido político. La tarea es fácil de emprender. Solo es cuestión de entender la gravedad de la situación.