Por Marcos Cross Sánchez.- La lucha tenaz y persistente que libramos en defensa de la Constitución ha suscitado, espontáneamente, el apoyo de las grandes mayorías del pueblo dominicano. La mayoría, por no decir todas las encuestas (GALLUP, POLNAV, CIGOB, Asisa, etc…), así lo afirman en más de un 70%.
Ahora bien, si nos trasladamos desde el mundo estadístico de las encuestas a la realidad social, nos encontramos con que las personas de los extractos sociales más humildes se han convertido en los “soldados rasos” de esta imparable revolución en defensa de la democracia. En efecto, motoconchistas, jóvenes estudiantes, la gente común de los barrios, los abogados, entre otros, han hecho presencia activa en las puertas del Congreso Nacional pidiendo respecto por la Carta Magna de la nación.
Por otra parte, la sociedad civil representada por los empresarios, la FINJUS, Participación Ciudadana, el Comité de los Derechos Humanos, y diferentes sectores profesionales, se han expresado públicamente en contra de una posible modificación de la Ley Sustantiva. En adición, la Iglesia Católica dominicana se pronunció enfáticamente en el “Sermón de la Siete Palabras”, los obispos de manera independiente, y los sacerdotes en sus parroquias; e incluso las iglesias protestantes, de las que sobresale la iglesia Mita en Aarón, la cual está a la espera de una visita del dominicano más ilustre de este siglo, el cual encarna la bandera de la lucha por el respeto a la Constitución: Dr. Leonel Fernández.
En lo que respecta a los poderes exteriores, tenemos que la embajada norteamericana en la República Dominicana, no se ha mantenido al margen, sino que por el contrario, ha asumido un discurso anti modificación constitucional, y en contra de una posible repostulación del actual Presidente, el compañero Danilo Medina.
Desde el Congreso de los Estados Unidos, varios congresistas se han pronunciado al respeto (Albio Sires, Bob Menéndez y Marco Rubio) diciendo que una enmienda constitucional en la que se permita una tercera postulación del presidente Danilo Medina sería eludir los límites establecidos para el mandato presidencial, y constituiría una situación sin precedentes en la democracia dominicana.
A día de hoy en el país, el balance es que, el pueblo se ha unificado en torno a la necesaria preservación de la democracia sustentada en la lucha por el respeto a la Constitución. Esto, en cambio, muy a pesar de que los inicuos mercaderes de la política palaciega insisten, sin resultados, en que hay que modificar la Constitución de la República para permitir la habilitación de una hipotética repostulación (reelección) del presidente Danilo Medina.
Los funcionarios palaciegos se encuentran, desafortunadamente para ellos, con un pueblo aguerrido y decidido, que está llevando a la práctica su patriotismo, y haciendo causa común con los más nobles ideales de los fundadores de la patria; ciertamente, los funcionarios palaciegos, están ante un pueblo que, si fuera necesario, está dispuesto a derramar su sangre. Este pueblo está observando con profundo escrutinio a los que con el uso inescrupuloso de los recursos del Estado quieren quebrantar y socavar la democracia por la mera conveniencia de sus intereses económicos personales, para detenerlo con su lucha en las calles, con su protestas frente al Congreso, con la toma de los barrios, campos y ciudades lanzados a las calles, en las carreteras, en los callejones en defensa de nuestra querida Quisqueya, su democracia y su Constitución.
Compañeros de Partido, no se conviertan en los descendientes de los perversos dominicanos que han traicionado su patria en el discurrir de la historia, no demuestren ser descendientes de Caín, consideremos ser de la descendencia de Abel, porque somos discípulos de Juan Bosch. Respetemos la Democracia, respetemos la Constitución.