Al pasar casi un año del ascenso de la doctora Emma Polanco a Rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo se puede afirmar —¡Ahora sí!— que esa academia de estudios superiores se encamina hacia la excelencia académica.
Ya los estudiantes, ni los nuevos ni los que hacen carreras universitarias, no tienen que coger lucha como en los antiguos y tortuosos procesos de inscripción, porque se ha modernizado y optimizado todo el sistema digital y en un tiempo récord seleccionan asignaturas y realizan el pago correspondiente. (El pago es prácticamente simbólico).
Ninguna universidad privada, en estos momentos, dispone de un proceso de inscripción más rápido y eficiente que la Primada de América, aspecto que merece ser resaltado por la prensa nacional, que condenó durante años lagunas y métodos obsoletos de la UASD.
Un aspecto que amerita ser destacado es la transparencia con que se manejan las finanzas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo desde que Emma Polanco alcanzó la Rectoría, primera mujer en conducir los destinos de la universidad pública. Y todos los empleados que han cometido irregularidades han sido cancelados.
Y aquellos estudiantes que promovían incidentes y caos en el campus universitario y en sus alrededores han recibido sanciones ejemplarizantes y separados de la institución docente.
Pocos saben que la Universidad Autónoma de Santo Domingo se halla en estos momentos en un proceso de revisión y rediseño de toda su oferta curricular, para actualizar pensums e introducir nuevas carreras acordes a los tiempos del mundo de hoy y particularmente a las necesidades de nuestro país.
De forma adicional la Primada de América incentiva investigaciones científicas para poner los resultados al servicio de la sociedad dominicana. Esas investigaciones se realizan en todas las áreas del saber.
De igual forma la UASD, en esta gestión de Emma Polanco, ha iniciado relaciones con múltiples universidades de diferentes continentes, relaciones que se expresan no sólo con la impartición de conferencias y cursos talleres en los diferentes paraninfos y salones universitarios, sino en el intercambio de estudios de grado y post grado, cuyos títulos gozan de la validación recíproca, es decir, tanto de la UASD como de las universidades con las que se sostiene convenios.
En la presente gestión universitaria se han suscrito acuerdos de cooperación recíproca también, verdaderas alianzas estratégicas, con más de una decena de instituciones nacionales, por lo que la UASD ya no es la academia que lucía aislada en la sociedad dominicana.
Entre las instituciones con las que la UASD sostiene acuerdos están la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Onsa), el Instituto Dominicano de la Calidad (Indocal), el Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) y el Instituto Nacional de Atención Integral de la Primera Infancia (Inaipi), entre otras.
Hay que reconocer que la UASD —y los medios de comunicación tienen que hacer ese reconocimiento— por primera vez en muchos años está encaminada a la excelencia académica, con las medidas que viene tomando, para ofrecer un mejor servicio a la sociedad dominicana. Sin embargo, esa excelencia académica no se logra sin un presupuesto adecuado y justo. Todavía estamos en la cola, en término presupuestario, entre las universidades públicas de todo el continente.
Mientras el dinero del Estado se invierte en renglones de menor importancia, porque no generan progreso como la educación superior, la UASD tiene que desenvolverse con un presupuesto limitado en extremo, a tal punto que la rectora ya no encuentra donde recortar.